El encuentro ha tenido lugar aprovechando la participación del Padre Ángel en los actos centrales de las fiestas del ‘Pan y Queso’ de Quel. En el mismo, el alcalde arnedano le ha dado a conocer el carácter solidario de la ciudad y le ha detallado los distintos proyectos de cooperación al desarrollo que apoya el Ayuntamiento a través de una partida presupuestaria que supone el 0,6% del presupuesto municipal y que ronda los 80.000 euros al año.
Por su parte, el Padre Ángel, que ha mostrado su satisfacción por conocer la ciudad de Arnedo, a la que unen vínculos de amistad con distintas familias, ha expresado su gratitud al alcalde por la colaboración que algunas empresas de calzado prestan a ‘Mensajeros de La Paz’ en forma de donaciones de calzado para personas en situación de vulnerabilidad.
Y ambos han firmado una ‘Carta de Colaboración’ cuyo texto indica que “Por la presente, el Ayuntamiento de Arnedo, representado por su Alcalde, D. Javier García Ibáñez, y la Asociación Mensajeros de la Paz, representada por su fundador, el Padre Ángel García Rodríguez, sellan el siguiente C O M P R O M I S O: En favor de una sociedad en la que abunden los valores, se respeten los derechos humanos y se potencie la convivencia en paz, ambas entidades se comprometen a colaborar, a partir de la firma de este documento, en potenciar proyectos de Cooperación al Desarrollo en países con necesidades, así como colaborar en las acciones que la Asociación Mensajeros de La Paz desarrolla en nuestro país.
Arnedo, 6 de agosto de 2018”
El Padre Ángel García Rodríguez, nació en Mieres (Asturias) el 11 de marzo de 1937. Tras una visita al Orfanato de Oviedo, este sacerdote católico inició en 1962 su labor filantrópica al fundar la asociación ‘Mensajeros de la Paz’, una Organización No Gubernamental (ONG) que trabaja por la integración de los más vulnerables y que, entre otros galardones, recibió en 1994 el premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
Desde su parroquia madrileña, San Antón, ha emprendido diversas iniciativas solidarias y así, por ejemplo, la iglesia permanece abierta las veinticuatro horas del día, para alojar a personas sin techo y ofrecerles al menos un desayuno.
En 2016 abrió el restaurante ‘Robin Hood’, que tiene la particularidad de ser un establecimiento normal durante el día pero que, a partir de las siete de la tarde, ofrece cena gratuita a personas desfavorecidas.
Según indica en su página web ‘Mensajeros de la Paz’, la principal actividad de la ONG en sus inicios fue “la creación de hogares funcionales para acoger a niños y jóvenes privados de ambiente familiar o en situación de abandono, proporcionándoles el medio más parecido al de una familia, en el que desarrollan su vida y formación integral de un modo eficaz, garantizando su presencia en la sociedad sin discriminación y sin marginación”.
Con el paso de los años ha ido ampliando sus actividades a otros sectores sociales desprotegidos: las mujeres víctimas de violencia doméstica, los discapacitados físicos y psíquicos y las personas mayores que viven en soledad, abandono o indigencia.
Ante la realidad social y demográfica de España y otros países, donde la población envejece a ritmo creciente, se ponen de manifiesto las necesidades sociales de las personas mayores: soledad, abandono, exclusión social y escasez de recursos. Es entonces cuando Mensajeros de la Paz crea la Asociación Edad Dorada en busca de una respuesta adecuada a este colectivo.
A través de Edad Dorada se atienden numerosas residencias de mayores y Centros de Día en España y algunos países extranjeros. También se llevan a cabo proyectos numerosos proyectos destinados a la mejora de la calidad de vida de los mayores y a su plena integración social.
‘Mensajeros de la Paz’ está legalmente constituida en numerosos países y trabaja de forma directa, o en colaboración con organizaciones locales, en distintos programas sociales, de cooperación al desarrollo, asistencia social o de ayuda humanitaria que se desarrollan en 50 países: Afganistán, Angola, Argelia, Argentina, Bélgica, Benin, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa de Marfil, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Etiopía, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Haití, Holanda, Honduras, Irán, Iraq, Italia, Jordania, Kenia, Kosovo, Líbano, Mali, Marruecos, México, Mozambique, Níger, Panamá, Pakistán, Paraguay, Perú, República Dominicana, República del Congo, Sahara Occidental, Senegal, Sri Lanka, Sudáfrica, Tanzania, Territorios Palestinos, Uganda, Uruguay, Venezuela, Yemen, y Zimbawe.
Según indica también en su página web, ‘Mensajeros de la Paz’ es una gran familia formada por 51.150 niños y jóvenes que han pasado por las numerosas casas de familia; 11.700 personas mayores atendidos en sus residencias y centros; 4.200 voluntarios repartidos en los distintos países donde está establecida; 3.900 trabajadores en plantilla, de los cuales el 92% son mujeres, y casi nueve millones de llamadas de ancianos atendidas a través del Teléfono Dorado para paliar su soledad
Los fines estatutarios de la asociación reflejan como misión primordial la promoción humana y social de los colectivos más desfavorecidos: infancia, personas mayores, mujeres y jóvenes.
Y los valores que la sustentan son la libertad, la solidaridad, la tolerancia, los derechos humanos, la justicia social, la igualdad, el respeto al medio ambiente, la ética y transparencia en la gestión y la responsabilidad social y compromiso.
‘Mensajeros de la Paz’ destaca que “el desarrollo humano tiene un decisivo carácter ético y cultural y aspiramos a que a través de la solidaridad, y con el esfuerzo de todos, se produzcan los cambios necesarios para el auténtico progreso social, de una manera decisiva en los países en desarrollo, con especial atención a la infancia y a las mujeres, impulsando procesos de empoderamiento individual y colectivo y generando condiciones de vida dignas y autosostenibles para toda la humanidad”.