Después de toda una vida dedicada al calzado, en su jubilación Paulina Pellejero decidió hacer de su habilidad un arte y, a su vez, conservar y transmitir la herencia recibida de la parte femenina de su familia, a quienes en su niñez veía aprovechar los retales de telas uniendo unos con otros para conseguir un fin práctico.
Con la técnica de las almazuelas, Paulina ha conseguido colmar sus aspiraciones artísticas, y combina las telas “como si fueran pinceladas de un lienzo”, según sus palabras.
La almazuela es una pieza tejida uniendo fragmentos de otras telas. Deriva de la palabra árabe almozaia, que significa alfombrilla y se usaba como manta, colcha, cobertor, mantel o paño. Se trata de una artesanía cuyo objetivo era el reciclaje de materiales textiles y que se mantiene básicamente en La Rioja.