En una nota, el consistorio explica que “ante la imposibilidad de conservarlo in situ, ha valorado positivamente su conservación, que se realizará mediante trabajo arqueológico especializado”.
Según explica, “se trata de un proceso complejo” ya que el tamaño de la estructura impide su extracción en un solo bloque.
Por ello, se va a realizar un modificado del actual contrato de obras con el objetivo de acometer esta complicada extracción, que supondrá un retraso en la obra de la calle. Para minimizarlo, se adaptará la planificación de la misma, buscando que suponga el menor trastorno posible.
El trabajo previsto consistirá en la extracción de la pieza, una vez que se excaven los laterales y sea protegida.
Los restos serán trasladados al Parque de Servicios a la espera de que puedan aparecer más durante las obras, lo que permitirá tomar una decisión definitiva sobre su ubicación final.
El Ayuntamiento recalca que esta decisión es fruto de su “compromiso con la conservación y mantenimiento del patrimonio” de la ciudad y añade que “la urbanización de las calles del casco antiguo supone un reto por las complejidades que entrañan, pero también la oportunidad de seguir sacando a la luz el pasado” calagurritano.