En una nota, el comité alerta de que el centro, además, se ha quedado sin Dirección Médica tras la marcha, apenas un año después de su llegada, del último titular del cargo, Luis Canalejo.
Recuerda las “dificultades extraordinarias” a las que se enfrenta la FHC para la captación de profesionales médicos, como consecuencia del aislamiento institucional del hospital calagurritano, por su mantenimiento fuera del régimen funcionarial estatutario.
Añade que, además, la falta de enfermeras para cubrir la actividad asistencial en el centro hospitalario de referencia en la Rioja Baja no obedece a la competencia de otros servicios de salud limítrofes, que siempre ha existido y a la que la FHC pudo hacerle frente, sino a la paralela “incompetencia” de los responsables de la sanidad riojana.
El comité asegura también que las enfermeras que otros años trabajan en FHC se han ido ahora a Navarra o Aragón simplemente porque esos servicios de salud limítrofes les han ofrecido contratos temporales de un año de duración, “ante la desidia e incompetente pasividad” de los gestores de La Rioja.
Agrega que “la pérdida de capacidad asistencial especializada en la Rioja Baja como consecuencia de este cierre de camas por falta de enfermeras constituye un hito sin precedentes, un salto cualitativo en la degradación del sistema sanitario riojano en perjuicio directo de la salud del conjunto de la población”.
Y concluye insistiendo en que La Rioja Baja ha perdido 22 camas de ingreso hospitalario “en medio del desgobierno del sistema sanitario a nivel político e institucional que bate con creces todo lo vivido anteriormente”.