Para ello, se utilizarán diversas técnicas de tratamiento de residuos, combinadas con la fabricación aditiva o impresión 3D de materia prima consumible, consiguiendo elaborar un novedoso material, a partir del cual se fabricarán componentes de calzado (tacones, suelas, punteras…).
Gracias a este proyecto, los investigadores del CTCR van a apostar por varias tecnologías en auge:
- Economía circular de materiales compuestos complejos: permitirá dar una segunda vida útil a materiales de alto valor añadido para el sector calzado.
- Métodos de análisis y simulación por elementos finitos (MEF): gracias a esta tecnología se podrán realizar un mayor número de pruebas de materiales evitando la tradicional metodología de la prueba y error.
- Modelado 3D: permitirá generar diseños tridimensionales de los prototipos que se elaborarán en las fases avanzadas del proyecto.
- Fabricación aditiva mediante impresión 3D: utilizando diferentes tecnologías para conseguir múltiples resultados.
- Moldeo por inyección de material: permitirá generar los prototipos funcionales finales.
Asimismo y, debido todo lo anterior, algunas empresas que actualmente no apostaban por esta tecnología, podrán emplearla debido a la disminución de costes, tiempos y esperas, permitiéndoles tener un nuevo modelo de negocio que favorecerá su integración en este sector tradicional del calzado.
Tecnología al alza
El calzado o sus componentes impresos en 3D son actualmente una tendencia imparable en la industria y va encaminada a convertirse en un interesante mercado.
Se prevé que el calzado confeccionado con fabricación aditiva genere a finales de esta década unos ingresos globales por valor superior a 5.800 millones de euros, lo que supondrá el 1,5 por ciento de la industria zapatera mundial.
Asimismo, se calcula que para el 2023, sólo las ventas de piezas de calzado impresas con tecnología 3D moverán 896,5 millones de euros en todo el mundo.