El presidente del colectivo, Toño Martínez, ha explicado que “ya hemos sembrado encinas y unas cien bellotas de quejigos” además de que se han recuperado dos senderos antiguos de los que se utilizaban para acceder a fincas o a otros municipios, así como algunos “chozos” o cabañas existentes en la zona, que se usaban en invierno para resguardarse del mal tiempo durante las tareas agrícolas o en el trayecto a algún pueblo vecino.
Martínez ha señalado que “la vía verde y la ruta de las ermitas de Arnedillo están ya consolidadas por lo que nosotros queremos recuperar, limpiándolos de maleza y numerándolos, los antiguos senderos, para que la gente venta al pueblo, deje el coche y haga diferentes rutas”. De momento, se han recuperado dos de esos antiguos senderos, pero todavía quedan “cuatro o seis”, por lo que hay por delante “mucha tarea”.
La Asociación Tierras de Pan está formada por unos 140 integrantes, no sólo de Arnedillo sino también de otras localidades riojanas, que de momento quedan los fines de semana para continuar con su tarea que en algunos casos puede ser el punto de inicio para que después intervenga la administración, como esperan que ocurra con un puente del siglo XVII y XVIII que han limpiado en la carretera entre Arnedillo y Préjano.
En este sentido, Martínez ha explicado que “nosotros no podemos hacer más que lo que hemos hecho, limpiarlo y comunicar cómo está, un poco mal de salud, pero ahora ya es competencia de Patrimonio, para que decida”.
El colectivo, cuyo nombre hace referencia a la denominación que se daba hace cinco siglos a las tierras que se roturaban en los montes vírgenes de la zona y que se destinaban sobre todo a sembrar trigo para elaborar el pan, está abierto a todas las personas que quieran unirse y colaborar con las tareas que realiza, de manera totalmente voluntaria.