Con la titulada “El par ausente”, Ernesto Tubía se ha hecho por tercera vez (ya lo hizo en 2018 y 2021), con el premio de este certamen, cuyo jurado, formado por María José Madorrán, Naty Castellet y Estela Etayo, ha justificado su decisión en que “es uno de esos relatos que te atrapan desde el primer momento. Escrito con gusto más allá de lo correcto y huyendo de la pedantería, el autor juega con las palabras para llevarte de un lado a otro de la historia hasta el punto exacto donde quiere colocar al lector, guiándole hasta un final redondo. El lector empatiza enseguida con los personajes, sencillos y llanos, imperfectos, normales. Podría decirse que es un relato de lo cotidiano, casi costumbrista, pero también diferente y original, que proporciona a los zapatos un protagonismo compartido sin caer en tópicos ni ideas fantasiosas, pero sí con la importancia y relevancia que merecen. Así, les otorga una gran responsabilidad ya desde la primera línea del cuento: “A veces, el significado de hogar es una hilera de zapatos en el recibidor de casa”.
Ernesto Tubía, que ha obtenido un premio de 600 euros, ha agradecido esas palabras y la decisión del jurado y ha destacado que “es un orgullo tremendo ganar este certamen por tercera vez y, además, hacerlo con relatos tan dispares. El primero de humor (El síndrome de Cenicienta, 2018), el segundo ambientado en la segunda guerra mundial (Las suelas del destino, 2021) y este que es un drama urbano. Un relato que habla sobre la identidad, la pérdida de identidad que se puede baremar con los zapatos que se dejan a la entrada de casa”.
Tubía ha agradecido que la Fundación Cajarioja, su centro cultural de Arnedo y Caixabank sigan apostando, quince años después, por este certamen literario y ha recalcado que “el relato corto es un género no muy afianzado en el mercado editorial y estos certámenes nos dan visibilidad, más allá de su aportación económica”.
Datos sobre el autor
Ernesto Tubía (Haro, 1975) es descendiente de una familia de quiosqueras. Su infancia transcurrió entre el aroma de encurtidos, gominolas y barquillos, y los tebeos y novelas del oeste que se cambiaban a quince pesetas. “Ahí, aun sin darme cuenta de ello, mientras devoraba comics de Dan Defensor, El motorista fantasma o Flash Gordon, comenzó a germinar en mi interior una curiosidad por la creación literaria que, sin embargo, no germinó hasta sobrepasada la tercera década de edad”, explica. “En ese momento empiezo a escribir relatos y novelas cortas que remito a diferentes premios literarios, obteniendo, desde entonces, alrededor de trescientos galardones, principalmente en el ámbito del relato corto”, cuenta.
Ha obtenido premios en certámenes como el “Ciudad de Tudela”, “Café Compás” en Valladolid, “Pablo de Olavide” en La Luisiana (Sevilla), “Relatos con zapatos” en Arnedo “La Rioja”, “Ciudad de Mula”, “Villa de Iniesta”, “Villa de Mendavia”, “Antonio Porras” en Pozoblanco (Córdoba), “Frida Kahlo” en Rivas-Vaciamadrid, “Villa de Binéfar”, “Esteban Manuel de Villegas” en Nájera (La Rioja) o el “Escrits a la tardor” en La Eliana (Valencia), entre muchos otros.
Dentro de la novela corta ha obtenido premios como el “Castillo-Puche” en Yecla, el “Princesa Galiana” en Toledo, el “Villa de Tíjola”, o el “Otoño de Chiva”, en Chiva (Almería), por citar algunos de ellos.
Hasta la fecha ha publicado las novelas “El Mar de Lomé”, Editorial Ochoa, 2009. “El anhelo del diablo”, Uno Editorial, 2014. “El local de Jazz”, Ediciones Quintanar, 2015. “Corderos” Colección Hécula, 2016, “Mañana hoy será ayer”, DB Ediciones, 2016, “Tantos perros como collares”, Editorial Denes, 2018, “Octubre”, Editorial Buscarini, 2019, “Los gorriones dormidos sueñan con un cielo sin halcones”, Ediciones del Ateneo de Onda 2020 y “Maratón”, Ediciones Quintanar, 2021 y “Los abismos de la piel”, Ediciones Quintanar, 2022.
Además, ha publicado artículos sobre tradiciones riojanas, sus fiestas populares, historia y cultura, en publicaciones como “Belezos” del Instituto de Estudios Riojanos o en la revista “Turismo Rural”.