De hecho, el pontífice firma el prólogo del libro sobre este ilustre arnedano, editado por la parroquia, cuyo autor, José Ángel Lalinde, junto al párroco Javier Martín, han presentado recientemente en la capital argentina, a la que Gentico emigró con toda su familia en 1956.
Ambos han explicado en Radio Arnedo que este libro, titulado José Antonio Gentico Garrido. Una vocación a fuego lento, fue presentado el pasado 11 de noviembre en la que fue su parroquia de San Judas Tadeo, en Ituzaingó (Gran Buenos Aires). A la cita acudieron los sobrinos del obispo, que residen en aquella ciudad, así como numerosas personas que conocieron y trataron personalmente a Gentico. La gran obra realizada por el arnedano todavía se recuerda en los escenarios por los que transitó y quienes lo trataron de cerca hablan de él con admiración desbordada e incluso con devoción.
Han incidido en que la huella de Gentico sigue siendo patente en aquellas tierras. En la parroquia de la Virgen de la Esperanza (Hurlingan), que él levantó piedra a piedra con sus parroquianos, sigue siendo recordado por su cercanía, dedicación y humanidad, además de dejar constancia de su paso plasmada en los libros parroquiales que llevan su firma. Impulsó la creación de capillas y parroquias en su zona como la dedicada a los santos Damián y Cosme.
Como primer rector del seminario de la diócesis de Morón destacó por el trabajo de estructuración de ese centro educativo, por la implantación de un plan formativo efectivo para los seminaristas y por el nutrido grupo de seminaristas que dirigió de entre los que surgieron varios obispos argentinos.
Su consagración como obispo llegaría después de haber estado nominado en varias ocasiones hasta que, con la llegada de Bergoglio a la presidencia del episcopado argentino, se hizo efectiva. No duró mucho, pues, tras dolorosa enfermedad, falleció en 2007. Así pues, no pudo presenciar el ascenso de su amigo Bergoglio a la silla de Pedro, hecho que tuvo lugar en 2013. Los restos de José Antonio Gentico descansan en la cripta de la catedral de Buenos Aires.
Parada en Montevideo
El viaje a Buenos Aires se completó con una parada en Montevideo (Uruguay), en donde trabaja el misionero alfareño, descendiente de Turruncún, Santiago Fernández, a quien también visitaron el párroco de Arnedo y Lalinde, que recientemente ha escrito otro libro sobre este municipio abandonado de La Rioja Baja.
Año Jubilar Eulaliense
Por otra parte, coincidiendo con el Año Jubilar Eulaliense que este año está celebrando la parroquia arnedana en torno a Santa Eulalia de Mérida, titular de una de las tres iglesias de Arnedo, el párroco ha explicado que para dar a conocer a esta mártir se ha confeccionado una ficha didáctica para alumnos de 5º y 6º de Primaria.
Con todo, los actos que se vienen realizando en el marco de esta celebración, que se han completado con la restauración de la iglesia de Santa Eulalia, finalizarán el próximo 10 de diciembre con el traslado en procesión de la imagen, que desde enero está en Santo Tomás, al templo de la que es titular.

