Convocados por Comisiones Obreras, único sindicato que no apoyó ese acuerdo, denuncian que la reestructuración significa recortes de personal y de servicios y, para hacer llegar su malestar al Servicio Riojano de Salud, registraron la semana pasada en el hospital un documento, dirigido al gerente del SERIS y acompañado por 1.047 firmas.
En ese documento, señalan que “es inadmisible en un gestor que utilice la excelencia en la gestión de sus profesionales para imponer recortes de camas, reducir las coberturas de enfermería y modificar sus turnos de trabajo de la noche a la mañana”.
También recuerdan que “desde la Atención Primaria son libres de elegir a qué hospital derivar, algunas veces teniendo en cuenta la preferencia de los pacientes y otras veces sin explicación alguna, lo que “puentea” al hospital de Calahorra sin motivación ninguna”.
Por otro lado, preguntan “¿por qué los pacientes de algunas especialidades quirúrgicas se derivan a centros privados para disminuir la lista de espera del Hospital San Pedro? en lugar de al hospital de Calahorra como ya se ha hecho, y con éxito, aprovechando así su potencial de recursos humanos”.
Del mismo modo, se preguntan ¿por qué no se priorizan las necesidades del 23% de la población de La Rioja sobre los “caprichos” de determinados Jefes de Servicio que retienen a sus residentes para realizar labores no prioritarias o que aportan poco valor?
Además, recalcan que ya ha pasado casi un año desde la integración del hospital en el SERIS y desde entonces “no se ha contratado ningún médico para el hospital de Calahorra, pero sí muchos para el Hospital San Pedro”. Una anomalía que consideran que hay que corregir “mediante unos criterios claros de la oferta de plazas”.
Junto a esto, inciden en que ambos hospitales “deben trabajar juntos y coordinados” y para eso “no es necesario, ni mucho menos, haber amortizado y eliminado todas las estructuras y organigrama de gestión sanitaria que existe en cualquier hospital de España”.
Más que una integración, añaden, “lo que parece que buscan es una disolución. Convertir al hospital de Calahorra en un vulgar apéndice del Hospital San Pedro. Elimina las Direcciones Médicas, de Enfermería y de Servicios Generales. En su lugar nombran a una Dirección y a una Subdirección, sin atribuciones definidas, que se han tenido que repartir el trabajo y que es lo más parecido a la figura de Administrador que había en los hospitales a finales del siglo XX”.
“Y todo esto con una preocupante falta de transparencia, de espaldas al hospital y a sus trabajadores” que ni siquiera han “recibido un comunicado oficial sobre su creación y asignación”.
Además, señalan que “recientemente nos hemos enterado de que el SERIS está “negociando” con la mesa sectorial de sanidad el siguiente paso en el desmantelamiento de las estructuras de gestión del hospital, lo que impacta directamente sobra la actividad asistencial”. Una negociación, agregan, “donde no participa ningún representante” del centro.
Según dicho documento “se van a amortizar las 6 Coordinaciones asistenciales que agrupan, dirigen, organizan y gestionan 24 especialidades médicas, creando 8 jefaturas de sección y dejando fuera de la organización a las restantes 16 especialidades”.
En este punto se preguntan si “cabe mayor retroceso en los sistemas modernos de organización hospitalaria” y si “pretenden que lo que antes hacían 6 profesionales expertos ahora lo hagan 24 “jefes” (jefe vs líder, administrar vs gestionar)?”. “¿Cuál va a ser el siguiente paso? ¿que los jefes de servicio del Hospital San Pedro nos dirijan con un mando a distancia como si fuéramos un Dron? Todo un despropósito en la gestión sanitaria que puede acabar afectando a la parte más desprotegida del sistema: el paciente”.