“Este síntoma del impostor que llevamos los actores encima… después de ver este vídeo, esta muestra de cariño, este aplauso de pie, por favor, no hacen más que confirmarme que igual no soy tan impostor y sí que uno se merece estas cosas bonitas”, confesó Olazabal, abriendo su intervención con una sinceridad que conquistó de inmediato al auditorio.
El actor recordó sus orígenes como escultor al detenerse ante la pieza que da forma al galardón —una obra del artista Félix Reyes, instalada en el vestíbulo del Teatro Cervantes y reproducida en pequeño formato como trofeo del premio—. “He entrado en el teatro y he visto esta escultura con los ojos de un escultor. He pensado: qué bonita, cuánto me gusta… y de repente, la tengo entre mis manos”, relató entre sonrisas.
Lejos de los gestos de vanidad, Olazabal dedicó buena parte de sus palabras a agradecer al público y al propio festival: “Me habéis hecho pasar una tarde en la que me he emocionado muchísimo y además he visto desde otro punto de vista cuál es mi trabajo, porque cuando me meto en él no soy consciente de lo que estoy haciendo; simplemente intento dar lo mejor”.
El actor cerró su discurso con una reflexión sobre el poder transformador del cine, en sintonía con el espíritu del certamen riojano: “El cine hace cambiar a las personas. Una cosa es cuando nos sentamos en una butaca y otra lo que sabemos cuando salimos. Todo ese valor didáctico nos permite aprender como artistas y devolver algo a quienes vienen al cine. Pretendo que en mis siguientes trabajos pueda devolver eso que habéis visto en mí”.
Entre aplausos y abrazos, el público de Arnedo reconoció no solo la trayectoria de un actor excepcional, sino también la generosidad de un creador que sigue viendo el arte como un acto de reciprocidad.
El Premio Ciudad de Arnedo celebra cada año la trayectoria de figuras destacadas del cine español y su vínculo con los valores humanistas y culturales que inspiran el Festival Octubre Corto, organizado por la Asociación Aborigen y con el apoyo del Ayuntamiento de Arnedo y el Gobierno de La Rioja entre otros numerosos patrocinadores locales que, este año, han incrementado el importe de los premios en metálico, reconociendo la potencia del cine como herramienta de divulgación para la sociedad.

