Lo ha explicado en Radio Arnedo este viernes 22 de noviembre el alcalde de Arnedo, Javier García, quien ha detallado que el proyecto de ampliación, redactado por el arquitecto Óscar Reinares y que se completará con la musealización posterior de los espacios, supondrá la apertura de 9 nuevas salas, de tipología muy distinta entre sí y también muy distinta a las salas ya visitables en la fase I de los Cien Pilares, repartidas en tres niveles más o menos bien diferenciados”.
Según ha dicho, “esta intervención prácticamente duplicará la superficie visitable dentro del Cerro de San Miguel, permitiendo además que la visita sea unidireccional, con acceso en el punto actual y finalización en el entorno de la calle Olivo, en conexión con la calle Santa Marina”.
Proyecto de la Fase II de las Cuevas de los Cien Pilares
El acceso a la fase II de las Cuevas de los Cien Pilares se realizará por medio de una escalera de caracol interior que partirá desde la actual Sala V de la fase I para descender a una altura próxima a los seis metros, hasta acceder al punto de partida de esta fase II, desde donde se accede a dos nuevas salas en este mismo nivel.
Mediante una escalera de caracol interior excavada en la roca se subirá al piso superior, que se caracteriza por ser una especie de pasillo interior con distintas oquedades o celdas en la parte exterior, algunas de las cuales están cerradas con adobes, mientras que otras permiten ver el exterior.
Un pasillo unirá cuatro salas con este tipo de celdas y desde la última de ellas se accederá al piso inferior por una escalera exterior en dos tramos con la que se salvará un desnivel de unos 6,5 metros de altura, que permitirá ver el cerro de San Miguel desde el exterior durante el recorrido de la visita, para llegar al piso inferior con dos nuevas salas con una tipología más similar a las de la fase I de las Cuevas de los Cien Pilares. En todas estas zonas se prevé hacer un recorrido más sensorial por la historia de las cuevas.
Desde este punto, y con acceso exterior, se llegará hasta el antiguo depósito del agua, excavado en la roca. Un espacio de más de 160 metros cuadrados con una anchura de cuatro metros y medio y una profundidad de unos 37 metros, que permitirá ver un uso más industrial de las cuevas, uno de los aspectos aún por explorar de las mismas.
Está previsto que el recorrido concluya en un nuevo centro de atención, desde donde el visitante pueda continuar con su visita a la ciudad y el valle del Cidacos.