FALLO I PREMIO INVESTIGACION FELIPE ABAD

Un trabajo titulado “Eloficio de zapatero en el siglo XVIII en Arnedo’, de Victoria Eugenia Herrera,Ana Novoa y Benjamín Rodríguez, ha obtenido el ‘I Premio de InvestigaciónFelipe Abad León sobre la historia, la sociedad y el patrimonio cultural deArnedo’, convocado por el Ayuntamiento y dotado con 1.500 euros.    Además, se ha concedido un accésit de 600 euros al trabajo“Arnedo, ciudad de….falsificadores. Las consecuencias de la política monetariade los Austrias en el siglo XVII”, de Diego Téllez Alarcia.La concejala de Cultura, María Jesús Zapata, ha explicadoque a esta primera edición se presentaron cuatro trabajos y que el jurado,formado por ella misma, el alcalde, Javier García; los profesores del IEREnrique Ramalle y Penélope Ramírez; la historiadora arnedana Minerva Sáenz y elarqueólogo arnedano David Eguizábal ha destacado la gran calidad de los mismos,que se acercan a distintos ámbitos y momentos históricos.Sobre el trabajo ganador, Victoria Eugenia Herrera,Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Extremadura, Doctora enla Universidad de La Rioja, con mención cum laude en 2017, y máster en Historia,Cultura y Patrimonio por la UR, ha explicado que “decidimos abordar el oficiode zapatero de una manera amplia, desde la formación de sus artífices, que nodifiere de la de otras artesanías, que pasan por aprendices, oficiales ymaestrías, a qué tipo de zapatos elaboraban una vez que tenían su título demaestro, a qué precios los vendían o  conqué materiales trabajaban”.Herrera ha añadido que, “a pesar de no contar con un númeromuy amplio de zapateros, porque en todo el siglo XVIII documentamos 11 enArnedo y en Autol, que es una localidad más pequeña había más, no deja dellamar la atención el crecimiento y la adaptación a los avances” de un oficioque después se convirtió en la base industrial y económica de la ciudad.Aun así, ha dicho, “no se ha perdido el carácter artesanaly de manufactura, porque muchos utensilios del XVIII son las herramientasbásicas que se siguen manteniendo en nuestros días”.Junto a Victoria Eugenia Herrera, los otros dos autores delestudio son Ana Novoa Fernández, Licenciada en Humanidades en la Universidad deLa Rioja y postgrado especialista universitario en Archivística por la UNED, yBenjamín Rodríguez, licenciado en Filología Clásica en la Universidad deExtremadura.Los tres han explicado que sus fuentes principales han sidoel archivo municipal del Ayuntamiento de Arnedo, el catastro del Marqués de laEnsenada y el Archivo Histórico Provincial, de donde mucha información hasalido de testamentos, cartas matrimoniales y cartas de exámenes de loszapateros, de los que había dos tipos: el que trabajaba la materia prima yfabricaba los zapatos nuevos y el que se dedicaba a la reparación del calzadoroto o a su adaptación, en función de las modas.            En este sentido, han indicado que “la mayor parte de lapoblación de Arnedo se dedicaba a la agricultura, así que la mayor parte delcalzado era rudo y destinado a esta población. En contadas ocasiones se hacíanzapatos de mayor calidad”.            Los autores de este trabajo consideran que a partir de élse abre un amplio camino para continuar con la investigación y ver, porejemplo, cómo la actividad zapatera pasó en Arnedo de ser un oficio artesanal,con pocos maestros en el siglo XVIII, a una actividad industrial extendidasobre la que se fundamentó el Arnedo actual. Accésit para ‘Arnedo, ciudadde….falsificadores’Por su parte, DiegoTéllez Alarcia, Doctor con Mención Europea en Historia Moderna por laUniversidad de La Rioja y premio Extraordinario de Doctorado, ha explicado quesu trabajo “Arnedo, ciudad de…falsificadores” se ha querido acercar a unaspecto concreto del siglo XVII, en el que la política monetaria de losAustrias hizo que aquí, como en otros muchos lugares del país, aparecieran estetipo de personajes debido, por ejemplo, a la devaluación de la moneda.Téllez ha destacado que la falsificación fue “un problemaenorme para la economía, porque el comercio se paralizaba, la gente no se fiabade la moneda y, a gran escala, esto causaba un colapso económico deconsecuencias terribles para la ciudad” que es “la localidad riojana con másprocesos contra falsificadores, tres en apenas diez años”. De ellos, hadestacado el que afectó a Juan de Otten en 1658, “un personaje curioso, un forajidoa la arnedana”, detenido y encarcelado años antes por intento de asalto al a granjaLa Noguera de Tudelilla, pero que logró escapar y que luego regresó  para realizar esas falsificaciones. Según Téllez, los otros dos procesos se dieron en 1668. Unocontra unos falsificadores que tenían en el barrio de las bodegas de Arnedo unamáquina de molinillo para hacer moneda y otro en Grávalos, perteneciente entoncesa la jurisdicción de Arnedo, por contrabando de moneda falsificada que venía deFrancia y se distribuía aquí”.Téllez ha añadido que “la falsificación estaba muy mal vistapor la corte pero la gente de la calle no la veía tan mal y, aunque sobre el papellas penas eran terribles, luego no se solían cumplir”. También ha explicado quelos falsificadores “solían ser gente vinculada con los metales, como herreros ocerrajeros”.Al dar a conocer el fallo del jurado de este ‘I Premio deInvestigación Felipe Abad León sobre la historia, la sociedad y el patrimoniocultural de Arnedo’ tanto el alcalde como la concejala de Cultura han destacadoel interés de los temas que abordan los trabajos premiados y han asegurado quela intención del Ayuntamiento es publicarlos, aunque todavía no se haconcretado de qué modo, y  continuar conla convocatoria de este premio.