Bravo cerraba así por todo lo alto una temporada de mucha preparación y entrenamiento, tras haber estado parado durante siete meses, por una lesión, según ha explicado en Radio Arnedo, en donde ha señalado que el Campeonato del Mundo “era el colofón a la temporada y, aunque no ha salido bien al cien por cien, estoy bastante satisfecho, porque ahí te mides las fuerzas con gente especializada en correr en pista y yo siempre he estado más en ruta, pero me ha ido bien”.
Bravo ha señalado que “soy ‘pistero’ desde hace pocos años. Me ha costado adaptarme, me ha costado varias lesiones, pero al final he conseguido buenos tiempos. Y aunque por esta zona hagas buenas carreras, no se sabe a qué nivel estás hasta que no hace un campeonato de Europa o del mundo como éste”.
El atleta arnedano ha explicado que, tras su lesión, inició la temporada ganando la San Silvestre de Arnedo, de lo que se siente también orgulloso, pero no estaba en forma, como comprobó después en los Campeonatos de Europa.
Ya en primavera consiguió la medalla de bronce en el Campeonato de España de diez mil en ruta y comenzó a sentirse a gusto. Participó también con la selección riojana en el campeonato de campo a través de Mérida y fue “de menos a más” hasta lograr incluso la medalla de oro en los 1.500 del Campeonato de España Máster que se celebró en junio en Vitoria.
Sin embargo, le tocó entrenar mucho en agosto, con el intenso calor que hizo en esas fechas, ya que tenía la vista puesta en el campeonato del Mundo de Málaga del día 12, con el que ha cerrado la temporada.
De cara al futuro, José Angel Bravo seguirá entrenando y corriendo según el ritmo que le marque el cuerpo y, por supuesto, confiando en que no haya lesiones.

