Los tres, Adrián Baroja, Carmen Medrano y Adriana Vicente, han defendido este miércoles 24 de septiembre su proyecto, vía streaming, ante el jurado que se encontraba en la feria internacional de calzado MICAM, en la ciudad italiana de Milán, y aunque finalmente el suyo no ha sido el ganador, se han mostrado muy satisfechos por el trabajo realizado y por haber llegado a la final.
De hecho, a este concurso se presentaron 52 proyectos, de los que solo seis han llegado a la final y, de esos seis, solo el del IES ‘Virgen de Vico’ es español.
Dos de estos tres alumnos arnedanos, Carmen Medrano y Adrián Baroja, acompañados por el jefe del departamento de Calzado del IES ‘Virgen de Vico’, Miguel Angel Cordón, y la profesora que ha coordinado el proyecto, Ana Jimeno, han explicado, en Radio Arnedo, que en esta edición se ha intentado dar mayor valor añadido a lo relacionado con la sostenibilidad y los materiales biodegradables.
Baroja ha reconocido que han estado un poco nerviosos en la defensa ante el jurado de su proyecto, si bien ha incidido en que están contentos por este trabajo en cuyo desarrollo, y posterior fabricación de la zapatilla resultante, se han inspirado en el entorno de Arnedo.
Han explicado que su trabajo, llamado ‘EcoAcra’ y que coincidió con los inconvenientes del confinamiento decretado por la pandemia de Covid-19, surgió de de pensar en la gran cantidad de residuos en la industria textil que se generan a nivel mundial, por lo que tenían claro que su proyecto tendría que ser sostenible y ecológico, siguiendo las tendencias actuales.
Así, en este trabajo han unido la sostenibilidad con los materiales más innovadores y las últimas tecnologías para crear un modelo cien por cien biodegradable y compostable, y que, una vez acabada la vida útil del zapato, sirva de abono para el suelo, generando cero residuos para el planeta. Por lo que han afirmado que se trata de “un producto que sale del suelo y, una vez que llega al final de su vida, vuelve al suelo”.
En concreto, la zapatilla creada se ha confeccionado con cordones de algodón orgánico, tintas ecológicas para diseños totalmente personalizados y con plantilla y suela de harina de maíz.