Zapata ha incidido en que este protocolo, que se podrá ver modificado según la evolución epidemiológica, trata de ofrecer seguridad tanto al público que acuda a los espectáculos, como a los profesionales que los lleven a cabo y a los trabajadores del Cervantes y que, para ello, se va a comenzar por organizar actividades de cine, a las que, según las circunstancias, se añadirán propuestas teatrales o de otro tipo.
Ha recordado que con la proyección, el próximo jueves 29 de octubre, de la película española “Las niñas”, dentro del Cine-Club municipal, y la vigésimo segunda edición del festival de cine ‘Octubre Corto’ se va a reabrir el teatro Cervantes, cerrado desde el pasado mes de marzo con motivo del estado de alarma decretado por la Covid-19.
En primer lugar, la concejala de Cultura ha pedido responsabilidad para que quienes tengan algún síntoma compatible con el coronavirus no acudan al teatro, aunque hayan adquirido su localidad.
En cuanto a la compra de las entradas, que seguirá realizándose en la taquilla del Cervantes, ha indicado que se señalizará la distancia interpersonal, así como la dirección en la que se situarán quienes aguarden la fila que, además, dispondrán de gel hidroalcohólico.
Zapata ha recalcado que las localidades serán siempre numeradas, preasignadas y nominativas, puesto que quien las adquiera deberá facilitar su nombre, apellidos y número de teléfono por si fuera necesario llevar a cabo un seguimiento de trazabilidad a través de la Consejería de Salud.
En cuanto al acceso al teatro, ha precisado que se podrá hacer desde 45 minutos antes del comienzo de la sesión para facilitar una entrada escalonada de público y que se pueda cumplir con la distancia de seguridad, además de que se habilitarán una puerta de entrada y otra de salida diferenciadas.
El personal del Cervantes verificará las entradas y que el público acude con mascarilla, que habrá que llevar puesta durante toda la estancia en el recinto. También facilitará gel hidroalcohólico a los asistentes y garantizará que tanto la entrada como la salida sean escalonadas, que no haya aglomeraciones y que se respete la distancia en todo momento.
Ya en el vestíbulo, la concejala de Cultura ha explicado que se fijarán elementos de señalización para indicar el itinerario de acceso a la sala y a los baños, y que mientras la entrada será por una escalera, la salida se llevará a cabo por otra.
Por lo demás, ha detallado que el aforo habitual de 472 localidades se reduce a un máximo de 135 para las sesiones de cine y a 127 para actividades de teatro, puesto que, en este último caso, se inhabilita la primera fila de asientos.
De esta manera, el público asistente se dispondrá siguiendo el esquema de una butaca ocupada, tres vacías y otra ocupada, y así sucesivamente; además de que será colocado en forma de ‘v’ quedando en medio de las dos personas que tiene delante y detrás.
Al término de cada espectáculo, también se deberá cumplir las indicaciones del personal para que la salida del teatro sea igualmente escalonada.
Zapata ha señalado, además, que se reforzará la limpieza tanto antes como después de cada sesión, así como en los baños, que se reducirán a tres aseos.
Con todo, ha avanzado que, aunque ahora se comienza con las actividades de cine-club y del Octubre Corto, también se quiere proyectar cine comercial y ofrecer algún otro espectáculo teatral, siempre y cuando cumpla con las normas de seguridad.