La parroquia arnedana ha confirmado esta tarde la muerte de Ramírez, que fue párroco de esta ciudad entre 1999 y septiembre de 2018, cuando fue relevado por Javier Martín.
Precisamente, el pasado 5 de junio Ramírez regresó a Arnedo, en donde asistió a las charlas que había organizado la parroquia en torno al 460 aniversario de las monjas Clarisas, visitó el monasterio de Vico y también se pudo reencontrar con algunos amigos.
La parroquia de Arnedo ha informado de que este próximo jueves 24 de junio, a las ocho de la tarde en la iglesia de San Cosme y San Damián, tendrá lugar una misa funeral en su memoria. El entierro se llevará a cabo mañana martes 22 de junio, a las cuatro y media de la tarde, en Albelda de Iregua, su pueblo natal, y a las seis y media, en la capilla mayor del seminario de Logroño, se oficiará la misa funeral.
Tomás Ramírez –Don Tomás-, que el próximo 19 de noviembre habría cumplido 81 años, vivía actualmente en el Hogar Sacerdotal de Logroño.
El 17 de julio de 2018, antes de que dejara de ser párroco de Arnedo, el ayuntamiento le entregó una placa de reconocimiento y agradecimiento por sus 19 años de servicio en la ciudad, durante los que, según destacó entonces el alcalde, Javier García, la ciudad “vivió transformaciones muy importantes en sus templos”, como la reforma interior de San Cosme y San Damián, y de su patio exterior, la transformación del templo de Santo Tomás y la cubierta de la Iglesia de Santa Eulalia; y en materia cultural, iniciativas como el programa Música en las Iglesias, las Rutas Teatralizadas, o el desarrollo de la exposición ‘La Rioja Tierra Abierta’.
También puso el acento en la labor social realizada por Don Tomás con los que denominaba «los descartados», con un mensaje que, según el alcalde, “trascendió lo litúrgico y puso a menudo el dedo en la llaga”.
El propio Ramírez, en días anteriores, había asegurado que Arnedo, sus paisajes y sus gentes, formaban parte de su “patrimonio personal”.
Tomás Ramírez comenzó como sacerdote en Clavijo y, tras un breve periodo, fue trasladado a Albelda. De ahí pasó a Santo Domingo de la Calzada y, por último, a Arnedo, en donde estuvo diecinueve años como párroco.