Urdiales, que de este modo se une a otras personalidades como Rafael Azcona, Ana Belén, José Sacristán, Javier Cámara, Miguel Induráin, Miliki, Juanito Oiarzábal o Emiliano Aguirre, ha estado arropado en el acto por sus familiares, amigos, seguidores y decenas de arnedanos que no han querido perderse el momento.
El torero ha destacado que “para mí es un momento muy especial, porque todos los que aquí han dejado su huella son personas que han hecho algo importante en su vida y muy merecedores de estar aquí, pero para mí, sin duda es muchísimo más especial porque soy arnedano. Así me siento y así me he sentido desde que nací”.
Urdiales ha mostrado su agradecimiento a sus padres, hermanos, a su mujer, a su hija, a toda su familia y a “toda la gente de Arnedo que siempre ha estado ahí y me ha apoyado” porque “una huella es mía y la otra de todos ellos, ya que sin todos vosotros esto no hubiese sido posible”.
En su discurso, ha añadido que “para mí también es un orgullo que, a través de de mi persona, como arnedano y como torero, la tauromaquia vaya a estar aquí toda la vida bien marcada, porque Arnedo es taurino y gracias a todos los taurinos, a todos los que han tirado hacia adelante de nuestro ‘Zapato de Oro’, de nuestra feria tan importante y gracias a lo que yo he podido conseguir, con mi granito de arena en todas las plazas del mundo, la tauromaquia va a quedar aquí grabada para siempre”.
Urdiales ha explicado que el calzado con el que ha dejado su huella, junto a la de su pie descalzo, es una manoletina de torear, que dona al Ayuntamiento para que, como el resto del calzado de todos cuantos han dejado su huella en el Bulevar, pase a formar parte del futuro Museo del Calzado de Arnedo.
“Unas zapatillas, ha dicho, que me han seguido durante muchos años. Me las he calzado en todas las plazas más importantes del mundo. He podido triunfar con ellas, he podido sufrir con ellas, he pasado mucho miedo con ellas y he dejado gran parte de mi vida con ellas. Ahora las dejo aquí, en mi pueblo, donde sé que van a estar muy bien y me siento muy orgulloso de haber podido llevarlas, de haber podido llevar el nombre de Arnedo, el nombre de mi pueblo, por todos los lados del mundo. Muchísimas gracias a todos los que habéis hecho posible todo esto. Viva Arnedo y Viva el Toreo”, ha concluido.
Por su parte, el alcalde de Arnedo, Javier García, ha señalado que “hoy es un día emotivo para el Bulevar del Calzado, porque va a cumplir dos objetivos fundamentales. El primero rendir homenaje a uno de los nuestros, a Diego Urdiales, que ya el año pasado el Ayuntamiento decidía nombrar pregonero de nuestras fiestas, pues este año es el vigésimo quinto aniversario de su triunfo del Zapato de Oro y no podía faltar su huella en este bulevar, donde hay artistas de toda índole, deportistas, actores, actrices, premios Príncipe de Asturias y nos faltaba la tauromaquia. Y ese es el segundo objetivo que queremos cumplir hoy. Que los toros, que están siempre tan presentes en la historia de Arnedo, a través de Diego Urdiales pero también a través de Antonio León, tengan también su espacio en este Bulevar del Calzado y que, por lo tanto, esa fiesta tan nuestra también forme parte de nuestra propia historia”.
El alcalde ha añadido que “creo que lo bonito en la vida es hacer homenajes cuando uno está, además, en la cima de la montaña, cuando está triunfando, cuando está llevando el nombre de nuestra ciudad a lo largo y ancho de España, pero también en Francia, en América y en todos los sitios donde Diego desarrolla su profesión. Estamos muy orgullosos de él y también muy orgullosos de quienes les seguís y apoyáis, como la Peña Arnedana Diego Urdiales y el Club Taurino de Arnedo”.
Un club que, por cierto, le va a entregar esta noche su insignia de oro en un acto previsto a las nueve y media de la noche en el hotel Virrey, conmemorando además los 25 años que han pasado desde que ganó el prestigioso “Zapato de Oro” de la feria de novilladas.
Sobre este acto, Urdiales ha señalado en Radio Arnedo que “es un reconocimiento muy bonito por parte del Club Taurino, al que estoy unido desde que era un niño, y para mí significa también algo muy especial, porque di los primeros pasos de la mano del club y de toda la gente que estaba entonces. Para mí es una gratitud que el Club Taurino haya considerado que soy merecedor de esa insignia, que llevaré con mucho orgullo”.