El concejal de Turismo, Raúl Domínguez, ha destacado que este espacio, del que existen ya estudios y publicaciones en los años 70, “es un conocido-desconocido para los arnedanos”, si bien sus inscripciones han servido como base para dar forma a logotipos tan arnedanos como el de las propias parroquias de la ciudad o el del antiguo Museo de Ciencias Naturales, que utilizaba las letras “MA” de la inscripción ROMA que se encuentra en la cueva.
Este espacio, que se ha datado entre el comienzo de las invasiones bárbaras en el siglo V y la conversión de Recaredo al cristianismo (final del s. VI), tiene una altura máxima de 2,5 metros, una anchura de 4 metros y una profundidad de entorno a los 10 metros. Está orientada, como ocurre con las Cuevas de los Cien Pilares, hacia el Sur.
En el fondo de la cueva hay un espacio que podría considerarse el ábside o “altar” separado por los restos de lo que pudo ser el iconostasio que remite al antiguo rito, que aún se mantiene en la iglesia Ortodoxa, de preservar el misterio de la Eucaristía.
Respecto a las inscripciones, en el muro oeste encontramos una cabeza humana esquemática que representaría a Cristo sobre la palabra ROMA en caligrafía uncial o mayúscula y que remite al significado “Cristo sobre Roma”, es decir, la asunción del cristianismo por parte del Imperio Romano.
En el muro se halla un “crismón”, las primeras letras de la palabra griega “Khristós”. Así mismo, por distintos puntos de la cueva podemos ver algunas cruces que parecen posteriores.
Adecuación de la cueva
Respecto a las labores de adecuación de este espacio, Domínguez ha explicado que han consistido en la instalación de una pasarela de madera que conduce a una plataforma frente a la cueva para facilitar el acceso.
Además, se ha procedido a retirar el muro que cerraba la parcela. En este punto también se ha llegado a un acuerdo de cesión de los propietarios colindantes que poseían un inmueble en ruinas que se ha derribado para generar un talud que se ha ajardinado.
Y también se ha creado un pequeño muro a modo de jardinera para contención de tierras.
Respecto de la cueva, se ha colocado un enrejado que permita ver el interior del espacio de forma permanente, pero no acceder a él si no es acompañado por un guía o en una actividad organizada, con la intención de preservar el espacio y las inscripciones de actos vandálicos.
Así mismo se ha instalado un panel explicativo sobre la cueva que ayude a dar a conocer este vestigio histórico del municipio.
La actuación municipal, que ha tenido un coste de 26.191 euros, ha sido subvencionada con 10.612 euros (40,52%) de la orden regional destinada a la reparación y mejora de ermitas, iglesias y otros elementos singulares del municipio.
En la inauguración también ha estado el alcalde de Arnedo, Javier García, quien ha destacado la apuesta continuada del Equipo de Gobierno municipal por recuperar y poner en valor nuestro patrimonio histórico-artístico y hacerlo además desde una perspectiva que permita fomentar el uso turístico de estos espacios a través de actuaciones grandes o más pequeñas pero que continúen aumentando el catálogo de recursos turísticos de la ciudad permitiendo que el visitante pueda configurar la visita a su medida.
García ha incidido en que esta iglesia del ‘Patio de los Curas’ “es un recurso turístico más ligado al patrimonio rupestre de la ciudad, que lo singulariza”.
Además de integrantes de la corporación municipal y el párroco de Arnedo, Javier Martín, también ha asistido al acto el profesor Urbano Espinosa, catedrático de Historia Antigua, que ha publicado algunos de los estudios sobre este espacio, del que ha destacado la singularidad de sus inscripciones, además del fenómeno rupestre tan extendido en Arnedo.
Espinosa ha incidido en que “ese fenómeno de iglesias en arquitectura exenta, que en origen han sido cuevas, está bastante extendido, pero una cueva como esta, que sea de esa época, en este zona de La Rioja solo hay aquí y en Albelda”.