El artista Enrique Pérez Muñoz presenta una serie de obras que buscan reflejar el mundo interior del individuo proyectado hacia el exterior. “Emociones, sentimientos y pensamientos crecen dentro de nosotros, y salen a la luz por medio de nuestros gestos. A veces es felicidad, otras, incertidumbre. Rabia. Emoción. Paz. Placer. La mirada y la boca nos delatan. Las emociones brotan de nuestro cuerpo y, a través de nuestras expresiones, no podemos evitar mostrarle al mundo cómo nos sentimos”, explica el propio autor.
Con esta serie de pinturas, Enrique Pérez Muñoz busca explorar la parte más interior, más introspectiva del ser humano, que aflora a la superficie mediante una simple mirada. Y con ellas demuestra que, inevitablemente, nuestros ojos son un espejo de nuestra alma. Buena parte de estas obras invitan a una reflexión solemne de aquello que sentimos. Esta meditación se ve sugerida también gracias a la técnica empleada. Una pincelada cargada de materia, cuerpo, y verdad. Y que se ha convertido ya en uno de elementos más llamativos de la obra del artista.
Todo ello lo combina con una paleta de colores ocres y suaves, que otorgan a su pintura un carácter único y sugerente.
Enrique Pérez Muñoz (Arnedo, 1985), desarrolló los estudios de Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de San Sebastián. Prosiguió su formación académica en Italia, donde se especializó en Recuperación y Conservación del Patrimonio Arquitectónico, en la Università di Roma Tre.
Su experiencia laboral como arquitecto se inició también en Roma, donde desarrolló proyectos de equipamiento para la Administración Pública italiana. Más adelante continuó con su experiencia profesional en Londres. Y fue allí en Reino Unido donde se especializó en proyectos residenciales de alto nivel de detalle y especificación. Actualmente trabaja y reside en España donde desarrolla proyectos de diversa índole.
Aunque desde bien pequeño siempre mostró afinidad con las artes plásticas y el dibujo, Enrique Pérez Muñoz desarrolla su actividad pictórica recientemente, desde el año 2020. Desde entonces ha explorado diversas técnicas de pintura, pero encuentra en el óleo mayor comodidad para expresar. Por sus tiempos permisivos de secado. Como útil, maneja el pincel, pero encuentra en la espátula una herramienta que, aunque más complicada de usar, permite plasmar trazos más sugerentes, fuertes y certeros, lo cual aporta a su pintura carácter y originalidad.
En este periodo ha participado en diferentes Muestras de Arte y Exposiciones en París, Roma y Madrid.
