Así lo ha contado este miércoles 5 de noviembre, en Radio Arnedo, la propia San Servando que, preguntada por el juicio que tenía que celebrarse ayer martes por este despido que ella misma recurrió, ha explicado que “finalmente no tuvimos que entrar a la sala judicial porque antes hubo un acuerdo entre las partes porque la empresa reconoció que ha habido un despido improcedente, que era lo que yo quería dejar de manifiesto, porque el despido no había sido por ninguna causa derivada del trabajo, sino que había sido decisión de la dirección y mi posición fue siempre que se reconociera que, efectivamente, no había ninguna causa para el mismo”.
San Servando ha señalado que “ha sido un año de espera, con esas noticias en las que se quería vincular el despido a otras cuestiones”, pero “ha quedado claro que no había sido así, sino que tiene que ver con una cuestión más política. El tiempo pone a cada uno en su sitio y espero que, aquellas personas que han tomado las decisiones equivocadas, ahora también tengan que rendir cuentas por esa gestión no del todo eficaz”.
A este respecto, también ha lamentado que el cuestionamiento de su labor al frente de la Fundación para la Transformación de La Rioja se relacionara con posibles irregularidades en la compra de mascarillas fabricadas en Arnedo en 2020, durante la pandemia, que ella mismo recepcionó como voluntaria.
“Creo que no hay lugar a dudas de que el trabajo que se hizo, se hizo bien” y de “yo era una más dentro de ese grupo de personas que, de manera altruista, trabajaron para que hubiera material sanitario para La Rioja, que fue la Comunidad Autónoma en la que mejor protegidos estuvieron los sanitarios”, ha señalado San Servando.
Ha defendido que “el trabajo que se hizo desde Arnedo es incuestionable y nadie puede decir que hubo alguien que se lucrara con este tema. Es un trabajo que, lejos de criticar, se merece todas las alabanzas y todos los reconocimientos a las empresas y trabajadores que se volcaron de forma altruista”.
En este sentido, ha cuestionado que “querer vincular este trabajo con mi despido creo que fue del todo desacertado, que no tenía ningún sentido y que el tiempo ha demostrado que, efectivamente, no tenía nada que ver y que el despido fue improcedente”.
Así las cosas, y tras el reconocimiento del despido improcedente, San Servando tendrá que recibir ahora la indemnización que se haya establecido y que, al ser una entidad pública, saldrá de las arcas regionales.
Al respecto, ha señalado que “haber aceptado un despido improcedente sin que fuera reconocido, cogiendo el dinero de la indemnización y ya está, no era mi forma de entender ni la gestión del dinero público ni cómo entiendo que se debe actuar”, pero “al final tiene un coste para la empresa que, en este caso, pagan todos los ciudadanos”.
Nuria San Servando accedió a la Fundación para la Transformación de La Rioja (anteriormente Fundación Riojana para la Innovación) hace quince años. Desde entonces ha trabajado para esta fundación público-privada bajo distintos Gobiernos regionales: lo hizo con Pedro Sanz, con José Ignacio Ceniceros, con Concha Andreu y, finalmente, con el Gobierno de Gonzalo Capellán, quien tramitó su despido.
En ese momento, San Servando ya cuestionó que se trataba de un despido nulo, puesto que su despido como personal laboral se había producido por tener una ideología distinta a la del Gobierno.
Este pasado 19 de marzo de 2025, en una nota de prensa, explicaba que, ya en enero de 2024, el consejero Alfonso Domínguez y el director de la FTR, Arturo Colina, le plantearon que querían su salida de la fundación, ofreciéndole llegar a un acuerdo consistente en el pago íntegro del despido improcedente (33 días por año trabajado, lo que supone una cifra en torno a los 100.000 euros).
En ese momento, San Servando alegó que no había motivos para su despido y que no estaba de acuerdo en que el erario público pagara un despido motivado por el sectarismo del Gobierno regional.
San Servando continuó trabajando en la FTR y, según afirmó, fue sometida a una situación de acoso laboral buscando incentivar su salida, acoso que denunció por la vía penal.
En aquella nota de prensa, también lamentó que el abogado de la FTR le había ofrecido duplicar la indemnización por el despido en una cifra de hasta 120 días por año trabajado, lo que supondría más de 200.000 euros, acuerdo al que San Servando se negó.
Además, cuestionó que el argumento del Gobierno de La Rioja, de que el despido venía motivado en la amortización de su puesto, no tenía sentido ante la contratación por parte de la Fundación para la Transformación de La Rioja de doce personas en el último año, dos de ellos en puestos directivos.

