Por ello, la concejala de Festejos, Sandra Rodríguez, junto con personal de la empresa de limpieza viaria, Cespa, está visitando estos días los centros educativos para explicar y demostrar a los chavales que el hecho de tirar harina, mezclada con líquidos o incluso kétchup y huevos, hace que se forme una pasta en el suelo, de olor y aspecto desagradable, pero, sobre todo, muy difícil de limpiar.
Así que, apelando a la conciencia medioambiental que parece estar despertando entre las generaciones más jóvenes, Rodríguez ha explicado este lunes 23 de septiembre a los alumnos de 1º y 2º de la ESO del IES Celso Díaz que sólo para limpiar la plaza del Ayuntamiento se gastan más de 33.000 litros de agua.
Según ha dicho, “se trata de hacerles llegar el inconveniente que supone un chupinazo sucio, de que procuren ensuciar lo menos posible y, sobre todo, que no utilicen la harina, porque cuando entra en juego es mucho más complicado limpiar y supone más gasto, en tiempo y en coste”.
En concreto, ha recalcado que “lo que podría limpiarse en media hora y con unos 3.000 o 5.000 litros de agua pasa a costar tres o cuatro horas de trabajo con un gasto de más de 33.000 litro agua, que es el consumo diario de toda la población de Arnedo en consumo propio”.
Rodríguez considera importante que los jóvenes tengan esto en cuenta y se sume así desde Arnedo “un granito de arena” a la movilización mundial contra el cambio climático, que culminará el próximo viernes 27 con una huelga global.
La concejala de Festejos quiere que cale el mensaje de que un chupinazo limpio es lo mejor para el medio ambiente pero, además, permite que todo el mundo pueda disfrutar del momento. Por ello, ha recalcado que ese mensaje también debe ser reforzado por las familias en casa, para que los chavales lo acaben interiorizando y “entre todos, se pueda crear esa conciencia, tan necesaria en el momento que estamos viviendo”.
Con todo, opina que los más jóvenes están cada día más concienciados, aunque todavía quede bastante por hacer. Y aunque uno de los argumentos que ellos utilizan es que es algo tradicional ensuciar durante el chupinazo se intenta inculcarles “que el mundo está cambiando y el ser humano tiene que cambiar también”.


