La presidenta del Comité de Empresa de este centro hospitalario, la médico especialista Begoña González, ha explicado en Radio Arnedo que la actual dirección les comunicó verbalmente que se ponía fin a sus contratos de trabajo ese mismo día y que lo hicieron poco antes de que acabara su turno de trabajo de mañana o incluso, ya por la tarde, vía telefónica. Según ha dicho, les ofrecieron volver al día siguiente a trabajar con un nombramiento estatutario temporal por acúmulo de tareas de dos meses.
Ha precisado que esas más de ochenta personas tenían hasta entonces un contrato laboral temporal cubriendo reducciones de jornada de personal fijo, sobre todo tercios de jornada, y sustituyendo también movilidades y promociones internas temporales.
En este sentido, ha señalado que si ese personal fijo se estatutariza y su plaza-puesto laboral se transforma en una plaza-puesto estatutario es obvio que esa parte de su jornada, que reduce por cuidado de hijos o de familiar, no se puede cubrir con un contrato temporal de régimen laboral, sino que debe hacerse mediante un nombramiento estatutario temporal.
Así las cosas, ha cuestionado que es muy difícil entender por qué sabiendo desde hace dos años que se iban a estatutarizar más de trescientas personas, y sabiendo desde hace diez meses que esa estatutarización tenía como fecha el 1 de marzo de 2024, han esperado al 29 de febrero para comunicárselo a los 84 trabajadores afectados, a quienes ni les han entregado comunicación escrita de la finalización de su contrato ni han sido capaces de darles una explicación.
Con todo, ha lamentado que esta situación refleja una imprevisión absoluta, una falta de planificación total y un desprecio evidente hacia las personas que trabajan en este centro y que lo mantienen con su esfuerzo y profesionalidad.
El Comité de Empresa del Hospital de Calahorra, que tiene previsto continuar con las movilizaciones, denuncia, además, que los nombramientos temporales que “ofrecen” no son legales pues las causas de los anteriores contratos laborales temporales siguen existiendo (reducciones de jornada, movilidades, promociones) y los nombramientos estatutarios temporales deberían ser de la misma naturaleza y duración que los contratos laborales a los que sustituyen. Pero los acotan a dos meses para ganar tiempo y, si luego pueden prescindir de ellos, meterán tijera; si no, les ofrecerán seguir con nombramientos de acúmulo de tareas mes a mes o una basura similar.
Por otra parte, González ha denunciado la situación que afecta a una treintena de profesionales sanitarios de este mismo centro hospitalario que han estado encadenando contratos laborales, en algunos casos, hasta veinte años, y que pasan a ser indefinidos por sentencia judicial tras la integración de la Fundación Hospital de Calahorra en el SERIS.
Ha incidido en que desempeñan funciones estructuralmente necesarias, pero el Acuerdo del Consejo de Gobierno de La Rioja del pasado 30 de enero (BOR del 31) que extinguió la Fundación, abrió también la «puerta de atrás» a su despido futuro.
El Comité de Empresa considera que es de justicia que las compañeras de este Hospital en esa situación exijan, al menos, el mismo trato que se dispensa en Logroño a situaciones similares; y añade que defender su empleo es defender la cartera de servicios del Hospital y defender a toda la plantilla.


