En la clausura de este acto, que acogió el teatro Cervantes, expresó su “sincera felicitación y gratitud” a las hermanas por la “importante labor social” que han desarrollado en la localidad y se mostró convencido de que “Arnedo y La Rioja entera les deben mucho a las Hijas de la Caridad porque han contribuido a la gran transformación social, económica y cultural que ha experimentado nuestra comunidad y han dejado una profunda huella en sucesivas generaciones de arnedanos y riojanos”.
Las Hijas de la Caridad se establecieron en La Rioja en 1830, cuando se hicieron cargo del Hospital del Santo en Santo Domingo de la Calzada, y desde entonces su trabajo se ha ido extendiendo por toda la región, en localidades como Arnedo, Calahorra, Nájera, Haro, Cervera del Río Alhama, Anguiano y Logroño, donde continúan atendiendo la Cocina Económica.
Por este motivo, Ceniceros subrayó que “han dejado una huella imborrable en toda La Rioja y en particular en Arnedo”, como se percibe desde 1893, cuando llegaron para hacerse cargo del Santo Hospital y de una pequeña escuela, donde comenzaron su labor de alfabetización enseñando a leer y a escribir a los niños, hasta el año 1975, cuando se inauguró el actual colegio ‘Sagrado Corazón’. Un centro que cuenta en la actualidad con unos 700 alumnos, desde Educación Infantil hasta Secundaria.
El presidente de la Comunidad también transmitió su “cariño y gratitud” a las ocho hermanas que forman parte de esta comunidad y animó a los arnedanos a participar en los diferentes actos conmemorativos de los 125 años de presencia de las Hijas de la Caridad en esta ciudad, que se van a desarrollar durante todo este curso.
En la apertura de este programa conmemorativo, en la que también participaron los consejeros de Educación, Formación y Empleo, Alberto Galiana, y de Administración Pública y Hacienda, Alfonso Domínguez, el presidente del Ejecutivo riojano entregó además una placa conmemorativa de esta celebración a la directora del colegio ‘Sagrado Corazón’, Sor Concepción Cob.