A las 12 horas, en la iglesia arnedana de San Cosme y San Damián, se va a oficiar una misa funeral, con su cuerpo presente, que va a estar presidida por el Obispo de la Diócesis riojana, Carlos Escribano, tras lo que será conducido al cementerio de Autol, su localidad natal, en donde recibirá sepultura. De hecho, la parroquia arnedana tenía previsto fletar uno o dos autobuses para aquellos vecinos de la ciudad que desearan acudir.
Tanto el párroco como el alcalde de Arnedo, Javier Martín y Javier García, respectivamente, han reconocido este lunes, en radio Arnedo, que la noticia del fallecimiento de Don Luis ha inundado de tristeza la ciudad, en donde siempre se le ha conocido como el sacerdote de Arnedo, a pesar de haber nacido en la vecina localidad de Autol, en donde vino al mundo el 12 de septiembre de 1937.
Aunque en los últimos años, ya enfermo, se encontraba en la residencia del Hogar Sacerdotal de Logroño, Don Luis ha dedicado casi medio siglo de intensa labor, no solo sacerdotal, a la ciudad del calzado.
En el año 2011 se le rindió homenaje con motivo de la celebración de sus ‘Bodas de Oro’ sacerdotales, se inauguró una escultura con su silueta frente al barrio de San Vicente de Paul, a cuyos pies en las últimas horas se han colocado varias velas en su recuerdo; y, entre otras cosas, se publicó un libro sobre su biografía cuyo autor, José Luis Bárbara Urruitoechea, introducía diciendo textualmente “¿Quién no conoce a Don Luis?. El cura de Arnedo, el de la sotana, el de las procesiones con su micrófono y el del altavoz al hombro, el hombre que espera todas las madrugadas a los auroros el día 27 de septiembre, cada año al pie de las escaleras de Santo Tomás. Él es hombre que organiza, a través de la Parroquia, excursiones todos los años en los meses de verano, tanto a las playas como los más variados destinos en el extranjero, sin dejar nunca la de Lourdes…Don Luis es el hombre, el cura que se preocupa por los enfermos, por los jóvenes, por las personas mayores”.
En este sentido, tanto Martín como García han destacado su dedicación y compromiso con la ciudad de Arnedo, en donde creó el Club juvenil Isasa, impulsó las proyecciones de cine infantil, el homenaje a los ancianos y, como amante que era de la música, el orfeón arnedano ‘Celso Díaz’.
Entre otras muchas cosas, también han incidido en su generosidad, entrega, atención a los enfermos y labor social y caritativa junto a Cáritas que tantas horas le ocupó, con el objetivo no solo de “dar el pez, sino principalmente de enseñar a pescar” a través de la creación de los talleres de guarnecido y de restauración de muebles y de cosido.
El párroco de Arnedo, Javier Martín, ha avanzado que el recuerdo a Don Luis estará muy presente en las celebraciones de las próximas novenas a la Virgen de Vico y a los Santos Cosme y Damián y se ha mostrado convencido de que, a nivel civil, también se la rendirá homenaje a “este hombre peculiar que ha dejado huella por su entrega y dedicación” durante los 44 años que ejerció su labor en Arnedo.
De hecho, ha puntualizado que tanto el orfeón ‘Celso Díaz’ como el grupo de auroros de Andosilla querían participar este lunes en la misa funeral, pero que no ha sido posible al estar muchos de sus integrantes de vacaciones, como tantos otros arnedanos.
En la misma línea, el alcalde, Javier García, ha subrayado que Don Luis “no solo ha ejercido como sacerdote, sino también como icono de nuestra ciudad y se ha implicado en muchos asuntos” y, en nombre de los arnedanos, ha trasladado su “sentimiento de agradecimiento y de gratitud a su obra y a su persona”.
Don Luis, hijo de Fermín Cuevas y María Arnedo Martínez, ingresó en el Seminario Diocesano de Logroño con 11 años y, tras terminar sus estudios eclesiásticos, se ordenó sacerdote el 27 de mayo de 1961.
Su primera misa la celebró el 6 de junio de aquel año e inmediatamente recibió su primer nombramiento como coadjutor de Enciso, Garranzo y de las Ruedas de Enciso, en donde permaneció unos dos años hasta que fue trasladado a Laguna de Cameros y, de aquí, tras otros seis años, a Arnedo, a instancias de Don Eliseo Lerena.