Según la información facilitada por el Gobierno regional, el acuerdo, redactado por la Consejería de Agricultura, estará expuesto en el Ayuntamiento de Arnedo, junto con los planos de las nuevas fincas, para que los involucrados en el proceso puedan consultar toda la documentación en el plazo de un mes.
La zona de concentración de Arnedo Mabad-Bustarrío, que limita con los términos municipales de Bergasa, Tudelilla, Villar de Arnedo, Quel y Calahorra, ocupa una superficie de 1.217 hectáreas y beneficiará a 433 propietarios.
Los boletines individuales de la propiedad contienen los datos de identificación personal de cada propietario, así como los de cada finca adjudicada en el proceso de concentración parcelaria, con el detalle de la superficie y la clasificación.
Los 433 interesados podrán examinar los planos que reflejan la nueva distribución de la zona de concentración y la relación de fincas que se asignan a cada propietario, así como la información complementaria sobre los gravámenes, cultivadores o carácter de los bienes de las nuevas fincas de reemplazo.
Además de los trabajos vinculados al proceso de la concentración parcelaria, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población ha redactado un proyecto de la red de caminos y desagües necesarios para atender las necesidades de la zona.
Este proyecto prevé la construcción de 41 kilómetros de caminos, la apertura de 15 kilómetros de nuevos desagües, la construcción de 2.306 metros lineales de caños de distintos diámetros y otros 3.245 metros cuadrados de badenes en ríos y barrancos.
El Gobierno de La Rioja asumirá la totalidad del coste de las obras cuyo presupuesto de ejecución por contrata asciende a 2,8 millones de euros y su inicio está previsto para la primera mitad de 2020.
La concentración parcelaria tiene como finalidad la ordenación de la propiedad rústica y la mejora de las explotaciones agrarias mediante un aumento del tamaño de las fincas y la reducción del número de parcelas por explotación.
El incremento de la superficie por parcela, unido a la mejora de infraestructuras y caminos, favorece la reducción de los costes de producción y una mayor competitividad de las explotaciones.