Será obligatorio el uso de mascarilla, que debe cubrir desde parte del tabique nasal hasta el mentón, para todas las personas mayores de 6 años en todo el territorio de la comunidad autónoma, tanto en la vía pública como en espacios al aire libre y espacios cerrados de uso público o abiertos al público, independientemente de que se pueda mantener o no la distancia de seguridad, establecida en 1,5 metros. También en todo tipo de medio de transporte público o privado, como viene sucediendo desde las fases de desescalada.
No será obligatorio el uso de las mascarillas en los siguientes casos: cuando las personas que concurran en un espacio o medio de transporte sean convivientes en un mismo domicilio, cuando se realice actividad deportiva y se pueda garantizar la distancia interpersonal, en el momento del baño, cuando se estén consumiendo alimentos o bebidas o su uso resulte incompatible con la actividad que se esté realizando, además de por situaciones de fuerza mayor.
Tampoco será obligatoria la mascarilla en las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso, aquellas personas con discapacidad o dependencia que no puedan retirarse la mascarilla o presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
El director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Enrique Ramalle, ha recalcado que “nuestra responsabilidad individual es la mejor barrera de contención de la enfermedad. La mascarilla será obligatoria en La Rioja en cuestión de horas, pero tenemos que seguir manteniendo la distancia de seguridad, la higiene de manos y respiratoria, así como ventilar los espacios cerrados. Las medidas para contener al coronavirus van con nosotros, ya estemos en nuestro puesto de trabajo o de vacaciones”.
Ramalle ha recalcado que “el uso obligatorio de la mascarilla no exime de otras medidas de seguridad. Hasta ahora, se decía mascarilla o distancia de seguridad. A partir de ahora, es mascarilla y distancia de seguridad».
Por eso ha reiterado que «va a seguir siendo necesario mantener el metro y medio de distancia, el lavado de manos frecuente o con gel hidroalcohólico y la desinfección de locales públicos», ya que «el uso de la mascarilla va a ser algo complementario, no corrige ni elimina el resto de medidas».
No obstante, ha advertido de que “no es una medida de este fin de semana, que se haya pensado ahora, sino que se viene estudiando en el Consejo Interterritorial de Sanidad» y que, poco a poco, van adoptando cada vez más comunidades.
Una medida que «se toma por tres motivos fundamentalmente: evitar el contagio por asintomáticos; la posible transmisión del virus a través del aire, como ha avisado la OMS; y también, como un recuerdo de que el virus está entre nosotros».
En la práctica, ha resumido Ramalle, «habrá que usar la mascarilla siempre que no se esté en el ámbito familiar». Así, «fuera de casa habrá que usarla siempre, y, en casa, si recibo gente que no conviva conmigo, también; y, por ejemplo, en una piscina, si se está tomando el sol, también habrá que llevarla».
Las excepciones serán «las ya recogidas en el Real Decreto del 21 de junio», es decir, para hacer deporte, las personas con enfermedades que se puedan agravar por su uso, personas con discapacidad que no puedan ponerse o quitarse las mascarillas «o en actos incompatibles con llevarla, por ejemplo, para comer o beber en una terraza. Pero si se está hablando en una terraza, habrá que llevarla».