A través de una nota de prensa, el CTCR incide en que “un buen funcionamiento de los equipos es clave para la productividad industrial pero, sin embargo, una parte importante de la maquinaria existente en las líneas de producción está acercándose al final de su vida útil”.
Por esta razón, considera que “la adaptación digital de las diferentes máquinas es primordial para lograr estos objetivos”.
Para ello, explica que ya se ha avanzado en la toma de los requisitos necesarios en cada uno de los cinco sectores elegidos, entre los que se encuentra la industria del calzado, y que “la adquisición de información y su tratamiento, mediante sistemas informáticos, permitirá establecer modelos de comportamiento”.
Detalla que este pasado mes de octubre se ha cumplido el primer año de funcionamiento del proyecto RECLAIM, que se encuentra plenamente operativo, y cuyo trabajo, hasta el momento, “se ha caracterizado por intentar conocer, de la forma más exhaustiva posible, el funcionamiento diario de las máquinas que forman parte de estos sectores, con el objetivo de detectar cuáles son los fallos más recurrentes que presentan y sacar diferentes indicativos a modo de conclusiones”.
Añade que otro asunto que se está tratando en este momento, en el marco del proyecto, es el del estudio de los sensores instalados en las plantas piloto y que proporcionarán la información de esas cadenas de producción digitalizadas, para conocer el estado real de las máquinas en cada momento.
En este sentido, destacad que “gracias a la cantidad de datos que estos sensores van a recoger, se podrá hacer un modelo predictivo para detectar cuándo un sistema está cerca de fallar, adelantarnos a ese fallo y evitar parones por largos períodos de tiempo”.
El CTCR explicad también que otra herramienta importante que va a desarrollar el proyecto RECLAIM es el soporte de toma de decisiones , “que va a consistir en un novedoso programa que, con todos los datos que ha ido adquiriendo de las máquinas, nos permita tomar decisiones sobre lo que hacer o no hacer: si merece la pena arreglarla, comprar otra nueva, etc,”.
Con todo, afirma que toda esta adaptación permite al CTCR “adentrarse en la era de los ‘Digital twins’ o gemelos digitales, cuya importancia se verá acrecentada en la próxima década, pues se espera que este mercado alcance los 35,8 millones para 2025”.
Explica que la apuesta por esta tecnología “no es más que la generación de una réplica virtual de un producto, servicio o proceso que simula el comportamiento de su homólogo físico, con el objetivo de monitorizarlo, analizar su reacción ante determinadas situaciones y mejorar su rendimiento y eficacia”.
Añade que “la unión de los mundos físico y virtual mediante gemelos digitales posibilita un análisis exhaustivo de la información, algo que combinado con soluciones de ‘big data’, Internet de las cosas e inteligencia artificial permite llevar un riguroso control de los sistemas para evitar problemas, prevenir tiempos de inactividad, probar nuevas oportunidades de negocio, planificar escenarios futuros mediante simulaciones y personalizar la producción a partir de los requerimientos de los clientes”.
Así, el CTCR concluye que “al contar con una réplica virtual se puede obtener un ‘feedback’ inmediato de la actividad en curso y aplicar las posibles correcciones en un tiempo récord. Por este motivo, los gemelos digitales son especialmente útiles para el mantenimiento de máquinas y equipos conectados que generan y analizan grandes volúmenes de datos”.