La plataforma, que surge por la preocupación de los vecinos de los valles de Ocón, Jubera y Cidacos ante los muchos proyectos eólicos y fotovoltaicos que se prevé construir en estas zonas, denuncia que se planteen sin planificación y sin tener en cuenta ni el territorio ni a sus habitantes, tal y como ha recalcado en Radio Arnedo María José Nestares, una de sus portavoces, quien ha recordado que de momento, son seis los parques eólicos proyectados en los valles del Leza, Jubera y Cidacos. De ellos, cuatro se tramitan en la Comunidad Autónoma y dos en el Ministerio. De ellos, los tres proyectos con una tramitación más avanzada son los de Aldealobos, Jubera 1 y Jubera 2, a los que la plataforma ha presentado las correspondientes alegaciones.
Ahora, la entidad cuenta ya en Google con un formulario de adhesión para todos los ciudadanos y entidades que quieran sumarse y prevé tanto movilizaciones que visibilicen la oposición social a estos proyectos como continuar presentando alegaciones y, en el caso de que sigan adelante, los recursos que se considere oportuno.
Todo ello bajo la premisa de que no están en contra de las energías renovables pero sí de que se impongan sin planificación y sin contar con quienes viven en el medio rural y natural en el que se pretenden implantar.
Manifiesto de la Plataforma
“Nuestro carácter e identidad están íntimamente ligados a nuestra tierra y viceversa. Nuestra tierra es el fruto de nuestro quehacer a lo largo del tiempo. La ruptura, fragmentación, degradación y banalización de nuestros paisajes nos rompe a nosotros mismos como sociedad y como individuos.
En los últimos meses se está produciendo una auténtica avalancha de solicitudes de autorización para la construcción de parques eólicos y fotovoltaicos en La Rioja Baja, con especial acumulación en los Valles de Ocón y Jubera, así como líneas de evacuación de energía de alta tensión aéreas, propiciadas por una mal aplicada política de transición energética subvencionada.
Estas infraestructuras consumen una gran cantidad de territorio, no sólo por las propias instalaciones en sí, sino por las líneas de evacuación y transporte de la energía generada, provocando en nuestro entorno y principalmente en el mundo rural, un impacto paisajístico, social, económico y ambiental descomunal. No existe en la Comunidad Autónoma de La Rioja una Estrategia Territorial que delimite las infraestructuras a que puede destinarse nuestro territorio, ya sean energéticas, de transporte, ferrocarril, carreteras, gasoducto, etc…, siendo apremiante su elaboración y aprobación.
Ni La Rioja Baja, ni en especial los Valles de Ocón y Jubera, se oponen ni a la transición energética ni a las energías renovables, pero sí a este modelo energético centralizado que se plantea, que satura los territorios con proyectos de renovales a gran escala y líneas de alta tensión aéreas, resultando devastador para el paisaje y la biodiversidad.
La falta de planificación de este sector está favoreciendo la especulación salvaje, a conveniencia de inversores privados (sustentados por grandes fondos de inversión y multinacionales), a través de macroproyectos a costa de nuestro territorio y paisaje.
Macroproyectos que empeoran las condiciones de vida de quienes aquí vivimos, y que son incompatibles con el desarrollo rural y el equilibrio de su población.
Macroproyectos que atentan contra el medio natural, su biodiversidad y contra una actividad muy importante de La Rioja como es la agricultura y, de modo más concreto y conocido universalmente, la viticultura y su vinculación con el enoturismo y el paisaje del viñedo. La Rioja Baja está contribuyendo desde hace más de 20 años a la generación de energía eólica, con los 14 parques eólicos existentes en la actualidad: Cabimonteros, Yerga, Gatún, Larriba, Lasanta, Raposeras, Alcarama, Igea, Munilla, Préjano… (450 aerogeneradores/ 448 MW).
En concreto en el Valle de Ocón, en Sierra La Hez, con 75 aerogeneradores, cuya vida útil está próxima a finalizar. Nuestra Comunidad Autónoma ha cumplido sobradamente con los objetivos previstos de producción de energía renovable, siendo excedentarios desde hace muchos años.
Por ello, instamos al Gobierno de La Rioja a:
- La PARALIZACIÓN inmediata de todas las tramitaciones en marcha de autorizaciones previas para la construcción de nuevos megaparques eólicos y fotovoltaicos en La Rioja.
- La ORDENACIÓN del Territorio que delimite todas las infraestructuras.
- La PLANIFICACIÓN Territorial Sectorial de producción de renovables, según establece la propia normativa de La Rioja, así como su zonificación, con establecimiento de áreas de exclusión en atención a su impacto ambiental.
- La PRÓRROGA de la vida útil de los parques eólicos existentes, evitando la instalación de nuevos en nuestros campos.
- APOYAR un modelo de transición energética justa basado en
-La generación renovable distribuida, aproximando los puntos de generación al consumo.
-El fomento de instalaciones de autoconsumo y medidas de ahorro energético frente a megaproyectos.
-El aprovechamiento fotovoltaico de espacios industriales y urbanos (cubiertas y solares) en detrimento de la instalación de grandes parques solares en el medio rural.
-Poner el territorio, la biodiversidad y la defensa del mundo rural en el centro.
Hacemos un llamamiento a la sociedad riojana y a sus gobernantes autonómicos y locales, apelando a su sensatez y sensibilidad para repensar qué territorio queremos para nuestros hijos: si queremos paisaje y territorio para nuestros campos, para nuestro mundo rural, para el disfrute de los riojanos, si apostamos por la enorregión y la Rioja Próxima, o queremos su sustitución por auténticos polígonos industriales generadores de energía renovable y convertir a La Rioja en una eolorregión o un megahuerto solar. Todavía estamos a tiempo de parar esta sinrazón, esta locura, este despropósito.