Tras el recorrido de la manifestación por algunas calles del centro de la capital riojana, en la Concha del Espolón se leyó un manifiesto conjunto en el que advierten de “los destrozos que podría acarrear la puesta en marcha de los proyectos previstos en nuestros valles y alertadas por las consecuencias que tendría su instalación tal como está planeada”.
Así, manifiestan:
.Las drásticas afecciones que sobre el territorio y los bienes patrimoniales existentes ocasionan los proyectos en marcha, que supondrían la pérdida de millones de toneladas de tierra agrícola, de cientos de hectáreas de pastos y bosques, de fauna y flora y el expolio de unos bienes que hemos recibido de otras generaciones y que estamos obligados a legar a quienes nos sucedan.
.La brecha que se crea en nuestra región, donde más de sesenta aerogeneradores de casi 200 metros de altura, cientos de postes de transporte, subestaciones y otras infraestructuras partirían en dos el territorio y donde sierras, ríos, valles y tierras de pastos y de cultivos serían abiertos en canal.
.La falsedad de las razones que se argumentan para proponer este tipo de proyectos, donde la entrega de poco más que unas migajas a los ayuntamientos o la creación de unos escasos puestos de trabajo se presentan como algo que generará desarrollo y empleo, cuando el daño perpetrado sobre los recursos del territorio ocasionaría la pérdida de mucho más empleo que el que se prevé crear, tanto en el sector turístico, como en la ganadería y en la agricultura.
.La falta de ordenación de recursos y necesidades en cuestiones tan vitales como la producción energética, donde unas pocas empresas deciden cómo, cuándo y dónde vamos a vivir o cuál será la fisonomía del territorio, sin que las instituciones públicas, las personas y las entidades asociativas puedan participar en la ordenación y planificación de recursos y necesidades.
.El gigantismo sin sentido de estos megaproyectos, para los que el territorio, las personas, la fauna, los bosques, los ríos y la cultura solo son un estorbo y donde la falta de información y transparencia en su tramitación delatan su carácter especulativo; donde permisos y licencias de explotación son utilizados como una mercancía más con la que unos pocos pretenden obtener ganancias millonarias.
.La falacia que supone la justificación de estos proyectos con la argumentación de que son imprescindibles para avanzar hacia una economía descarbonizada, cuando existen otras formas de producir energía limpia sin destrozar todo lo que se ponga por delante. Desde la instalación de parques solares en los tejados de los edificios de las ciudades y pueblos a la repotenciación de los más de 400 molinos ya existentes; desde la utilización de tecnologías adaptadas al uso de criterios de proximidad y soberanía energética en la producción y el consumo energético.
.La inhibición de las autoridades locales, regionales y estatales a la hora de ordenar el territorio y planificar usos y necesidades, limitándose a tramitar como un expediente más unos proyectos que tantas afecciones ocasionan y cuyas consecuencias se prolongarían durante décadas o siglos.
Por todo ello, las plataformas convocantes y los manifestantes piden:
.La aprobación de una moratoria por parte del Parlamento de La Rioja que paralice la concesión de todas las licencias para la puesta en marcha de los proyectos de producción energética en curso.
.La apertura de un proceso de planificación de necesidades, usos y formas de producción energética en la que administraciones públicas, personas expertas, asociaciones y otras entidades participen de una manera transparente y abierta y donde los criterios de eficiencia, soberanía energética y planificación primen sobre cualquier otro.
.La modificación de las distintas normas regionales que regulan los temas ambientales y territoriales a fin de que se incluyan en ellas cláusulas de salvaguarda destinadas a la protección y la activación de los recursos. Todo ello manifestamos, desde el compromiso con los lugares en los que vivimos, visitamos, trabajamos y descansamos; desde la lealtad con nuestras generaciones y con las que vendrán y, desde el convencimiento de las razones que nos asisten.