El accésit de este certamen ha recaído en la obra titulada “Bicentenario del nacimiento de la Provincia de Logroño. Protagonismo de Arnedo en el proceso de creación provincial”, elaborado por el calceatense Francisco Javier Díez Morras, doctor en Humanidades por la Universidad de La Rioja y Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, que se lleva 600 euros.
La concejala de Cultura, María Jesús Zapata, ha dado a conocer, este lunes 13 de diciembre, el fallo de este ‘V Premio de Investigación Felipe Abad León sobre la historia, la sociedad y el patrimonio cultural de Arnedo, 2021’, acompañada por los dos galardonados.
Victoria Eugenia Herrera Hernández, que ya ha ganado varias ediciones de este certamen, ha explicado que en su obra ha llevado a cabo un catálogo de la platería de Arnedo entre los siglos XVI y XX, procedentes de los tres templos de la ciudad. En total, ha catalogado 120 piezas, además de otras 12 que corresponden al ajuar de la Virgen de Vico.
Ha señalado que “lo que se denota a partir de estos conjuntos es la heterogeneidad, tanto en tipología, como en calidades y procedencias de las piezas estudiadas, lo que no es extraño si tenemos en cuenta el extenso marco cronológico de las mismas”.
En cuanto a la tipología, ha precisado que hay piezas de uso común, como cálices, copones, crismeras y vinajeras; otras ya en desuso, como portapaces; y algunas singulares como bernegales o pequeños recipientes en forma de taza que podían tener una función religiosa y civil, normalmente para catar vino.
En lo referente a las calidades de las piezas catalogadas, ha destacado, como ejemplos “muy notables”, un copón de plata de Juan José Álvarez Valle, un importante maestro platero logroñés del siglo XVIII; y una bandeja de plata de procedencia mejicana de principios del XIX.
Y en lo que respecta a la procedencia, ha señalado que hay piezas salidas de talleres arnedanos, también de talleres de otras localidades de La Rioja, así como de Navarra, Soria, Barcelona, Burgos, Toledo, Córdoba e, incluso, la bandeja mencionada de Méjico y un conjunto de París.
Con todo, Herrera ha subrayado que se trata de “un rico conjunto de arte de platería con que cuenta Arnedo, aún hoy poco conocido, cuyo conocimiento es fundamental para su puesta en valor”.
Accésit sobre el papel destacado de Arnedo en el impulso provincial
En cuanto al trabajo ganador del accésit, titulado “Bicentenario del nacimiento de la Provincia de Logroño. Protagonismo de Arnedo en el proceso de creación provincial”, su autor ha explicado que amplía uno de los capítulos de la tesis doctoral que realizó sobre el primer constitucionalismo español en La Rioja, en el que Arnedo tuvo también influencia.
En este sentido, Díez ha señalado que “al principio fueron las localidades de La Rioja Alta, sobre todo Santo Domingo de la Calzada, Nájera y Logroño, las que lideraron e impulsaron ese nacimiento provincial, mientras que en La Rioja Baja se veía menor intensidad en ese compromiso, a excepción de Arnedo”.
Ha incidido en que “desde el inicio, desde que los franceses abandonaron La Rioja en 1813, que fue el momento en el que se pudo poner en vigor la Constitución de Cádiz de 1812 en La Rioja, Arnedo tuvo presencia en las reuniones que se convocaron para empezar a crear una provincia riojana”.
En concreto, Díez ha destacado que el representante de Arnedo y su zona de influencia en esos encuentros, que arrancaron el 6 de mayo de 1813 en Nájera, fue Francisco Marcelino de Lizana, sobrino de Francisco Javier de Lizana, arzobispo de Méjico.
Según Díez, “ahí se dio el impulso fundamental para que se crease la provincia, si bien es cierto que a las pocas semanas Fernando VII derogó la Constitución y todo quedó empantanado”, hasta que en 1820 se recuperó esa reivindicación provincial, que se creó en 1822.
Díez ha recalcado el “papel fundamental de Arnedo y de determinadas élites liberales de esta ciudad en ese compromiso provincial, que llevó a que La Rioja Baja finalmente se sumara a ello”. De hecho, ha afirmado que una de sus conclusiones es que “posiblemente, si no hubiese habido un liderazgo por parte de alguna localidad, como fue Arnedo, en esa reivindicación provincial, quizá La Rioja Baja hubiese permanecido en la provincia de Soria”.