En 2022, en este mismo yacimiento, situado en la ladera de un cerro, se recuperó abundante material fósil de un dinosaurio espinosáurido de gran tamaño, al que se ha denominado “Villar”.
Este descubrimiento fue considerado como “el descubrimiento paleontológico de dinosaurios más importante de la historia de La Rioja y uno de los más relevantes a nivel estatal, puesto que con el material recuperado estábamos ante el dinosaurio espinosáurido más completo de la Península Ibérica”.
Los resultados preliminares de esa campaña de 2022 fueron presentados el pasado mes de abril ante los medios, junto con los restos óseos fosilizados de un brazo casi completo, incluidas las tres garras de la mano de este dinosaurio.
En 2023 se han recuperado elementos óseos que completan ese material como parte de su columna vertebral, principalmente vértebras dorsales y caudales; falanges de sus pies y manos, tibia, fíbula, restos de su cadera, partes de su dentario y dientes aislados.
Además, se han recuperado varias falanges manuales que completarían los dedos uno y dos de su mano y parte del dedo tres, convirtiendo a este brazo en el más completo para este grupo de dinosaurios del registro europeo.
Así las cosas, y pendientes de restaurar los restos hallados esta campaña, se puede asegurar que “el equipo Garras ha recuperado el dinosaurio espinosáurido más completo de Europa, superando al mítico holotipo del espinosaurio inglés ‘Baryonyx walkery’, uno de los más completos del registro mundial”.
Este dinosaurio espinosáurido se caracteriza por tener un cráneo que asemeja al de los cocodrilos piscívoros modernos, como los gaviales, así como un cuello largo que permitiría rápidos movimientos hacia abajo como el de las aves pescadoras, dientes cónicos capaces de sostener presas resbaladizas como los peces y grandes garras en sus manos.
Desde un punto de visto ecológico, los espinosáuridos fueron unos grandes depredadores que se alimentaban en las orillas de los entornos acuáticos.
El equipo “Garras” explica que “este dinosaurio de Igea debió morir en un ambiente adecuado para la conservación de sus restos óseos, sufrir un rápido enterramiento en sedimentos de características específicas en condiciones preferentemente anóxicas (sin oxígeno) y permanecer en esta situación una enorme cantidad de tiempo. El dinosaurio terminó sus días en el fondo del lecho de un lago somero de agua dulce de La Rioja de hace 120 millones de años, lo que ha permitido que podamos recuperar sus huesos y convertirlo en una joya patrimonial de la paleontología ibérica”.
El equipo “Garras” del Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja en Igea está formado por paleontólogos, doctorandos y aficionados que aportan su trabajo y esfuerzo de forma desinteresada con una vocación hacia la puesta en valor del patrimonio paleontológico riojano en beneficio de toda la sociedad El trabajo cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, la Asociación Cultural Igeensis e investigadores de las universidades del País Vasco y Cantabria. Esta campaña ha sido subvencionada por la dirección General de Cultura y ha estado apoyada por la Reserva de la Biosfera de los Valles Leza, Jubera, Cidacos y Alhama-Linares.
En Radio Arnedo hemos hablado este lunes 17 de julio con Patxi Sáez-Benito, integrante del equipo «Garras» y director honorífico del Centro Paleontológico de Igea. La entrevista completa se puede escuchar en la sección de Podcast de esta web www.radioarnedo.com.
