Lo ha confirmado este viernes 4 en Radio Arnedo el alcalde de Arnedillo, Pedro Montalvo, que confía en que ese desvío pueda estar listo antes de Semana Santa, aunque ha retirado que, dada la complejidad de los trabajos, todavía no se puede dar una fecha.
Según ha dicho, “no se sabe, pero se está poniendo toda la carne en el asador. Es una obra de mucha magnitud pero vamos a ser positivos. Vamos a esperar que sea así, pero en las obras siempre salen cosas. La empresa adjudicataria está poniendo todo de su parte y lo único que podemos decir es ‘gracias’. Están intentando llegar a Semana Santa con la obra hecha. Están ejecutando por todos los sitios, en la bajada, cruzando el barranco ya están los tubos puestos, han hecho el camino y lo están asfaltando… Hay trabajando tres equipos y no caben más máquinas pesadas aquí. Así que confiemos y toquemos madera para que en Semana Santa pueda estar, pero todo puede ocurrir”.
Y es que la Semana Santa es un periodo importantísimo para un municipio turístico como Arnedillo al que, de momento, siguen llegando turistas, aunque el alcalde reconoce que el sector, como es lógico, se va a resentir.
Montalvo ha explicado que “el fin de semana pasado el Balneario estaba al 92% pero, por supuesto, la hostelería se va a resentir. Sería absurdo decir lo contrario, porque nuestros vecinos de Arnedo y La Rioja baja tienen 50 o 60 minutos para venir, cuando lo normal son 15 o 20. Somos conscientes de que la gente no va a venir igual y por ello estamos trabajando pues para intentar solucionarlo lo antes posible”
Por lo demás, el alcalde de Arnedillo ha explicado que en la ladera donde se produjo el desprendimiento los técnicos siguen estudiando qué hacer para intervenir en ella de la mejor manera posible, puesto que siguen cayendo rocas desde la parte más alta, a pesar de lo cual sigue habiendo personas inconscientes que ponen en riesgo su integridad.
Ha detallado que “ayer jueves hubo un desprendimiento a mediodía y otro brutal a las seis y media de la tarde, pero a las siete menos diez yo mismo vi a un señor pasando por debajo de las rocas al que avisé y me hizo aspavientos como diciendo ‘déjame en paz’. Es triste y penoso que no haya pasado nada hasta ahora y que en cualquier momento pueda haber ahora una persona debajo de las piedras porque así lo ha querido. Se está notificando, se está avisando de que hay desprendimientos y a la gente le da igual”.

