García ha explicado que lo habitual es pagar las nóminas uno o dos días antes de que finalice el mes pero, en este caso, ha sido una “nómina complicada” porque ha habido que “adaptarla a la normativa estatal que contemplaba una subida del 2,5% de los sueldos y el día 31 no estaba hecha, así que se acabó el 4 y se pagó el 5 de febrero”.
El alcalde ha añadido que los trabajadores estuvieron informados de la situación y que no ha habido ni una sola queja formal sobre este asunto, ni de ellos ni de los sindicatos.
También ha instado a Beltrán informarse antes de hablar porque, además, “este retraso puntual no tiene nada que ver con el presupuesto de este año y ha señalado que “es lógico que se haga oposición, pero no que se mienta sobre un retraso del que nadie se ha quejado, sólo ella”.