Oñate, quien ha recalcado que hay muchas empresas diferentes, que trabajan a distintas velocidades y con productos y formas de comercialización diversas, ha recordado que, cuando llegó la pandemia de la Covid-19, el sector estaba sirviendo la campaña de este verano y, entre las mercancías devueltas y las devoluciones de pedidos, los almacenes se llenaron de zapatos, a lo que se sumó una campaña de invierno “desastrosa”.
Esto, según ha dicho, “implica que en estos momentos los almacenes están llenos de zapatos de colecciones de verano”, por lo que cree que, hasta que no se celebre la feria de calzado italiana Micam, – prevista entre este domingo 13 y el miércoles 16 de septiembre- , y los agentes comerciales salgan a la calle, “no sabremos cuáles han sido las ventas para el próximo verano”, en el que probablemente se intentará dar salida a lo que no se ha vendido durante éste.
Así las cosas, Oñate ha incidido en que el sector del calzado está ahora “en un momento de impás”, a la espera de ver qué va a pasar durante los cinco o seis meses que se debería fabricar la colección del próximo verano.
Además, ha remarcado que la situación cambia cada día, como se comprobó el pasado mes de junio cuando parecía que el consumo se había vuelto a reactivar, hasta que llegó la segunda ola de contagios de julio y agosto y volvió a caer, a lo que ha añadido que durante el primer trimestre de este año las exportaciones descendieron un 21 por ciento.
Entre tanto, el gerente del Centro Tecnológico del Calzado ha recordado que en marzo la gran mayoría del sector, a nivel nacional y también en La Rioja, se acogió a los ERTE. Una medida que considera que se debería alargar, al menos hasta el primer trimestre del próximo año, hasta ver cómo evolucionan las cosas.
También ha explicado que se está trabajando para que desde las Administraciones púbicas se impulsen otras iniciativas que puedan beneficiar a esta industria, como subvenciones para la promoción del calzado y la digitalización del sector, a través de plataformas digitales, elaboración de catálogos y probadores virtuales, entre otras.
Junto a estas acciones, y consciente de que el último trimestre de este año “va a ser muy duro” y que el siguiente “no se prevé bueno”, Oñate ha indicado que también son necesarias otras medidas relacionadas, por ejemplo, con la ampliación de los seguros para la exportación y otros mecanismos de apoyo a la liquidez.
Con todo, Oñate ha incidido en que, a pesar de estar atravesando una gran crisis, el sector sigue siendo optimista y va a continuar trabajando, como lo ha venido haciendo hasta ahora, para “aguantar el tirón” aprovechando que cuenta con “muy buenas colecciones” y un “buen posicionamiento”.
En este sentido, ha reiterado que “nuestras empresas están haciendo todo lo que pueden. Somos peleones y hemos pasado muchos momentos malos, si bien esta crisis es la peor, pero tenemos muchas marcas posicionadas en el mercado y ahora se reclaman otros valores que son los que nosotros cumplimos”.
También ha incidido en la necesidad de seguir trabajando en el ámbito de la sostenibilidad y la creatividad, “estrategias que ya se venían siguiendo pero que hay que reforzar”.
“Yo creo que si hacemos las cosas bien en internacionalización y, sobre todo online, y somos capaces de aguantar el tirón, pocas empresas sufrirán los cierres, aunque de esto no está nadie salvado”, ha concluido Oñate.