El equipo de Gobierno municipal explica, en una nota de prensa, que, tal y como anunció la semana pasada, “se ha actuado con la mayor celeridad para la protección de este bien patrimonial mediante este contrato de obras que prevé la instalación de una lámina de acero curvada en el contorno interior del arco, llevando una espuma de goma de neopreno entre el arco y dicha placa. Todo ello estará acompañado de una goma de un mínimo de 5 centímetros para que, en caso de impacto, pueda absorber el golpe y no dañar el arco”.
Añade que “todo el sistema estará sujeto al pavimento con unos chapones con anclajes químicos. Finalmente, la lámina de acero se recubrirá con una pintura especial marrón tipo óxido. Esta solución implicará que la altura de gálibo del arco se reduzca entre 7 y 10 centímetros, por lo que se instalarán las correspondientes señales de de galibo, una en la calle Bellavista y otra en la calle Planillo de San Andrés”.
El equipo de Gobierno municipal puntualiza que estos trabajos no suponen ninguna restauración del bien, sino una actuación provisional para proteger el patrimonio. Con posterioridad, y una vez se disponga del proyecto y el correspondiente permiso del Consejo Superior de Patrimonio, se procederá a la restauración completa de este arco romano, que se completará con diversas obras en el entorno.