El gerente de GERESCAL, Rafael Reolid, ha explicado en Radio Arnedo que un SCRAP es un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor, y que lo que se busca con este tipo de sinergias “es una agrupación de todas las entidades que ponen zapato en el mercado español, ya sean nacionales o extranjeras, para que se junten en una misma organización con el fin de gestionar el residuo que se genera al final de la vida útil del calzado”.
Ha avanzado que la legislación va a obligar a partir de 2025 “a eco-contribuir asociándose en un SCRAP, puesto que hacerlo de manera individual es prácticamente imposible, y GERESCAL, con el dinero que reciba de las contribuciones de sus asociados, tendrá que subcontratar servicios de recogida, clasificación y tratamiento del residuo, con el objetivo de darles una segunda vida y reciclaje, principalmente”.
El gerente de GERESCAL ha señalado que ahora están en un proceso de información a todas las entidades, llevando a cabo contratos de adhesión voluntaria, que todavía no implican una aportación económica.
El objetivo es que a finales de este año o principios del próximo sean declarados SCRAP voluntario “para poder operar en el mercado nacional con capital privado y ver qué costes van a conllevar toda la gestión para estar preparados en 2025”.
Reolid también ha indicado que, conforme este proyecto se vaya desarrollando, GERESCAL comenzará a poner en marcha diferentes campañas relacionadas con el eco-diseño y la utilización de materiales cada vez más reciclables.
Con todo, el gerente de este nuevo consorcio zapatero ha reconocido que todavía queda mucho trabajo por hacer para concienciar a los empresarios de este sector de la necesidad de gestionar los residuos, “porque al final hay un aumento de costes que derivarán en el consumidor final”, si bien ha incidido en que “ese zapato no acabará en el vertedero cuando acabe su vida útil”.