La asociación decidió implicarse en ese proyecto para llamar a la reflexión sobre el cambio climático, teniendo en cuenta que la localidad, debido a su cuenca pliocuaternaria, sirve a los científicos de referencia internacional para estudiar el fenómeno.
Luis Otaño, integrante de la junta directiva del colectivo, ha explicado que los cuadros han sido pintados por personas vinculadas a Villarroya “de entre 2 y 80 años” y que se ha utilizado la técnica del temple, con un producto natural como es el huevo, mientras que para el color se han utilizado pigmentos extraídos de la propia tierra del municipio.
La muestra se puede visitar de lunes a sábado de 18 a 21 horas.
Por otro lado, Otaño ha explicado que, por su pequeño tamaño, con unos 10 habitantes estables durante todo el año, aunque con un total de 60 casas abiertas, que se llenan los fines de semana y, sobre todo, en verano, Villarroya podría convertirse en el primer municipio riojano en reducir a cero su huella de carbono, es decir, la emisión de gases de efecto invernadero que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano.
Para ello, el primer paso sería realizar un estudio de la situación actual y a partir de ahí ver cómo se pueden implementar sistemas alternativos de producción de energía, distintos a los combustibles fósiles.