El equipo de Gobierno municipal del ayuntamiento calagurritano ha detallado que el proyecto, redactado por un arquitecto municipal contempla un presupuesto base de licitación de 58.034 euros, IVA incluido, y cuenta con el preceptivo informe favorable del Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja celebrado el pasado 28 de julio.
Señala que la actuación planteada responde a la necesidad de intervenir en ese tramo de la muralla que se encuentra a la espalda de los edificios situados en los números 19 y 21 de la calle San Blas y recaen sobre la confluencia de la cuesta de Juan Ramos con el camino Bellavista.
Se trata de parte de la Muralla Romana incluida en el Catálogo Protección del Plan General Municipal como Elemento Singular Arqueológico E.S.1 con Grado de Protección I, Protección Integral BIC.
El ayuntamiento incide en que el paso del tiempo ha terminado afectando al estado de conservación de este Bien de Interés Cultural (BIC) en la zona de mayor riesgo de deterioro, en parte por la dificultad de acceso para su mantenimiento y debido también al estado de las construcciones vecinas en la zona colindante.
Así, precisa que las construcciones vecinas disponen de un estrecho patio trasero situado sobre la cota de coronación de la muralla cerrado con sistemas precarios y en mal estado. El suelo de esos patios es tierra o pavimento agrietado y parcialmente hundido. Por otra parte, en ambas parcelas hay edificaciones traseras con cubiertas inclinadas que vierten las aguas libremente hacia esos patios, cuyo suelo es permeable por las características descritas.
De este modo, reiterad que la realización de tareas de acondicionamiento y conservación es necesaria como paso previo a una intervención más ambiciosa que permita consolidar y evitar el deterioro del paño de muralla sobre el que se va a actuar.
Entre tanto, detalla que en estos primero trabajos se va a actuar en la parte superior del muro procediendo al desbroce y limpieza de la vegetación, limpieza con método arqueológico de las hierbas existentes en la coronación del muro, cubrición de la parte superior del muro con mortero de cal impermeabilizante para evitar la entrada de agua por la parte superior, colocación de drenajes y colocación de tejido geotextil antiraíces que impida la proliferación de plantas.
Del mismo modo, se procederá a la limpieza y consolidación del frente de la muralla eliminando hierbas y arbustos, y rellenando las juntas con el mismo criterio y seguimiento arqueológico.
En la base de la muralla, una vez eliminada la vegetación invasiva, se regularizará el perfil de las tierras y se cubrirá con un geotextil que se perforará para la plantación de especies autóctonas ornamentales.
Para la ejecución de estos trabajos se requerirá de un arqueólogo, con su personal de apoyo, que supervisará la apertura de las zanjas y excavaciones y la adecuada colocación de los materiales de obra a efectos de no afectar al BIC. También será encargado directo de la limpieza y consolidación de los paramentos de piedra utilizando técnicas y materiales apropiados.
Añade que la intervención deberá ir acompasada de los correspondientes requerimientos a los propietarios de las parcelas colindantes para que subsanen la deficiencia de sus sistemas de recogida de aguas y realicen las obras de canalización, de manera que no viertan sobre el espacio público y concretamente sobre el citado Bien.